EEUU sanciona a las petroleras rusas por "la falta de compromiso serio" para poner fin a la guerra

Oct 24, 2025 - 00:00
EEUU sanciona a las petroleras rusas por "la falta de compromiso serio" para poner fin a la guerra

Por primera vez desde el regreso de Donald Trump al poder, EEUU está dispuesta a incrementar de verdad la presión sobre Rusia con nuevas medidas punitivas a su sector energético. El presidente lleva meses dando bandazos sobre la cuestión. Amenazando con castigos tras bombardeos especialmente sangrientos, o cuando Moscú lanza miles de drones sobre las ciudades ucranianas, para corregirse una y otra vez dando tiempo extra a Vladimir Putin para que mueva ficha, algo que nunca ocurre. Diciendo que Ucrania no tiene cartas para ganar esta partida, que debe renunciar a territorio o que puede recuperarlo todo "e incluso ir más allá". Palabrería, contradicciones y poca acción. Esta vez, sin embargo, algo ha cambiado en Washington, como se ya vio ayer con la suspensión sine die de la cumbre bilateral prevista entre los líderes de las dos potencias en Budapest.

"Simplemente sentí que ya era hora", ha dicho Trump desde el Despacho Oval, sentado junto al secretario general de la OTAN, explicando por qué ha optado por castigar a las dos principales empresas petroleras de su histórico enemigo. "Cancelé la reunión con el presidente Putin porque simplemente no me parecía lo correcto. No parecía que fuéramos a llegar adonde debíamos llegar", ha anunciado sobre su decisión. "Lo único que puedo decir es que cada vez que hablo con Vladimir tengo buenas conversaciones y luego no llegan a nada."

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto nuevas sanciones a Rusia "debido a la falta de un compromiso serio con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania. Las medidas de hoy aumentan la presión sobre el sector energético ruso y reducen la capacidad del Kremlin para generar ingresos para su maquinaria bélica y apoyar su debilitada economía. Estados Unidos seguirá abogando por una solución pacífica a la guerra, y una paz permanente depende completamente de la disposición de Rusia a negociar de buena fe", ha señalado el Departamento de Estado en un comunicado.

Minutos antes, su máximo responsable lo había adelantado. "Vamos a anunciar, después del cierre del mercado esta tarde o a primera hora de mañana, un aumento sustancial de las sanciones a Rusia", avisó Scott Bessent. "El presidente Putin no ha sido honesto y franco, como nos hubiera gustado. Hubo conversaciones en Alaska, pero el presidente Trump se retiró al darse cuenta de que las cosas no avanzaban. Ha habido conversaciones entre bastidores, pero creo que el presidente está decepcionado con la situación actual. Así que, ya sea esta noche o mañana a primera hora, anunciaremos un aumento sustancial de las sanciones contra Rusia. Esta será una de las sanciones más severas que hayamos impuesto contra la Federación Rusa", añadió en una entrevista con la cadena Fox.

El paquete de hoy apunta a las dos compañías petroleras más grandes de Rusia, Rosneft y Lukoil y casi 40 de sus subsidiarias, aunque EEUU no compra crudo ruso. "Como resultado de la medida de hoy, todos los bienes e intereses en bienes de las personas designadas o bloqueadas descritas anteriormente, que se encuentren en Estados Unidos o en posesión o control de ciudadanos estadounidenses, quedan bloqueados y deben reportarse a la OFAC. Además, cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirecta, individual o colectivamente, en un 50 % o más, de una o más personas bloqueadas también queda bloqueada".

Además, explica el Tesoro, "las instituciones financieras extranjeras que realizan o facilitan transacciones significativas o prestan cualquier servicio relacionado con la base militar-industrial de Rusia, incluidas las personas bloqueadas en virtud de la Orden Ejecutiva 14024, corren el riesgo de ser sancionadas". Y aquí está la clave. EEUU no hace apenas negocio con ellas, pero el impacto de las sanciones dependerá de si de verdad aplica sanciones secundarias a los bancos chinos, los traders del Golfo o las refinerías indias que mantiene vivo el negocio de Rosneft y Lukoil tras el desenganche de los países occidentales. O a los propios europeos que siguen comprando.

El Congreso del país, ahora cerrado temporalmente, tiene preparado desde hace meses un paquete de sanciones mucho más amplios, liderado por senadores republicanos aliados cercanos del presidente, pero el líder nunca ha dado el visto bueno. Hasta ahora, sólo había optado por presionar muy duro a Kiev, pero mucho menos a Moscú. Especialmente tras hablar o reunirse con Putin. Pero con el paso ddel tiempo, incluso Trump se ha dado cuenta de que el Kremlin no tiene ninguna prisa ni disposición para encontrar una solución negociada y rápida a la guerra. Y contempla pasos adicionales.

Trump ha instado repetidamente a la UE a romper aún más lazos con Rusia, especialmente su petróleo y su gas, argumentando que estaría listo para sancionar si los europeos se desmarcaran aún más. Y ahora tiene la oportunidad.

Misiles y permisos

El anuncio de Bessent, minutos antes de la visita de Mark Rutte, secretario general de la OTAN, llega casi al mismo tiempo del permiso, extraoficial, de Washington para que Ucrania use armamento de largo alcance suministrado por los aliados europeos, pero comprado en origen a EEUU. Así, Ucrania utilizó ayer un misil de crucero Storm Shadow, que le entró Gran Bretaña, para atacar una planta rusa en Bryansk que producía explosivos y combustible para cohetes, según confirmó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en sus redes sociales.

El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha sido siempre reacio a esto, y de hecho hace unos meses cortó por sorpresa el suministro de armas a Kiev, aduciendo que había problemas de stock en EEUU. Pero la Casa Blanca le forzó a abrir el grifo de nuevo, mientras que le traspasó al general Alexus Grynkewich, el de mayor rango en Europa y comandante de la OTAN, la responsabilizar de autorizar este tipo de ataques ad hoc. Trump, sin embargo, ha calificado de "fake news" las noticias publicadas sobre ese permiso oficioso, diciendo que no tiene nada que ver con lo que haga o deje de hacer Ucrania.

"Esta es una guerra que nunca habría ocurrido si el presidente Trump hubiera sido presidente, algo que el propio presidente Putin reconoció, y el presidente Trump está intentando detenerla. El presidente también negoció un acuerdo histórico para permitir que los aliados de la OTAN adquieran armas de fabricación estadounidense", se ha limitado a decir la Casa Blanca.

Sobre el tema se ha pronunciado horas antes Rutte desde los pasillos del Capitolio. "Tengo plena confianza en el presidente Trump, él es el único que puede lograrlo, es el líder de la nación más poderosa del mundo. Todos ustedes son ciudadanos de la nación más poderosa del mundo, la economía más poderosa, el ejército más poderoso, y tienen un presidente con mucha experiencia gracias a su primer mandato, y con una idea clara sobre cómo poner fin a esta guerra de forma duradera y definitiva. Él quiere eso. Quiere acabar con el derramamiento de sangre. Quiere acabar con las matanzas. Por lo tanto, su liderazgo es crucial. Lo está ejerciendo claramente y tiene que dialogar con todos los líderes: tiene que dialogar con Putin, tiene que dialogar con Zelenski, exactamente como hizo con Gaza, presionando a todas las partes implicadas para que se llegue a un acuerdo. Y eso es exactamente lo que está haciendo aquí", añadió recalcando el uso de armamento como los misiles que pueden castigar a Rusia a cientos de kilómetros.