Leopoldo López: "Maduro tiene mucho miedo, sabe que esto va más allá de una amenaza creíble"
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Nicolás Maduro le quiere retirar a Leopoldo López un pasaporte que no existe desde hace 11 años, cuando fue destruido por el coronel Humberto José Calle en una celda de la cárcel militar de Ramo Verde. La orden impartida ahora al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), pese a que la Constitución de forma expresa lo impide, pretende lo imposible: borrar un sentimiento que el ex prisionero político exiliado en Madrid y líder de Voluntad Popular (VP) lleva incluso tatuado en su pierna en forma de mapa nacional.
La última andanada del chavismo, con la excusa de que el dirigente opositor apoya una invasión militar, no ha mitigado el sentimiento de esperanza que López exhibe estos días, el mismo que el de la gran mayoría de sus paisanos, tanto dentro como fuera del país. El imponente despliegue naval estadounidense frente a las costas venezolanas para acabar con el Cártel de los Soles, que según Washington está liderado por Maduro, ha cambiado de forma radical un escenario en el que hasta ahora se imponía la revolución chavista a sangre, fuego y propaganda.
"Allí estaré, lo antes posible, desde el minuto 1", vaticina López en entrevista con EL MUNDO, un deseo compartido hoy con millones de venezolanos en el exterior.
- ¿Qué siente un luchador por la Venezuela democrática cuando un mandatario fraudulento pretende convertirle en el primer apátrida de su país?
- Para mí el amor por mi país y el sentimiento de ser venezolano no lo cambia el hecho de que Maduro decida esto. Para nada me hace sentir ni menos venezolano ni menos comprometido por esta lucha.
- Leopoldo López conoce muy bien a los jerarcas chavistas. ¿Cómo cree que están viviendo esta encrucijada?
- Conozco a Maduro, a Diosdado, a Delcy, fui preso de ellos. Y también sé cómo piensan los militares (Ramo Verde, la cárcel donde estuvo recluido, es para militares). ¿Cómo lo están viviendo? Con mucho miedo, saben que esto va más allá de una amenaza creíble. Creo que ellos son conscientes de lo que representan y de la certeza de la acusación que se está haciendo. También creo que en el fondo saben que no van a tener ningún respaldo del pueblo venezolano y, me atrevería a decir que en un escenario de conflictividad, no veo a las fuerzas armadas venezolanas inmolándose por Maduro. Habrá un puñado que lo haga, no la inmensa mayoría. Durante cuatro años conviví con militares de todas las jerarquías y de todos los componentes. Y son el grupo de venezolanos más presionado, más vigilado y con mayores consecuencias contra quienes no están alineados con la dictadura. Son cientos de militares presos. Ya lo vimos el 29 de julio (el día después de la victoria democrática en las elecciones presidenciales y el megafraude puesto en marcha por el chavismo), con guardias nacionales quitándose el uniforme en las protestas. Fueron las pinceladas del desmoronamiento que puede llegar, que puede ser masivo. Maduro se mantiene en el poder de forma frágil, son un castillo de cristal.
- Para el recuerdo está la desbandada generalizada de los militares que participaban en el desfile presidido por Maduro cuando el atentado de los drones de 2018.
- Es una expresión de lo que puede ocurrir. ¿Quién va a poner el pecho para recibir una bala por un narcotraficante que además los humilla, que los tiene con un salario de hambre, que tiene a su familia pasando penurias? ¿Quién va a poner el pecho para defender a una estructura criminal? Recuerdo los testimonios de gente que estuvo cercana a la estructura de poder, que te hablaban de cómo se abrían rutas para el narcotráfico, cómo se bendecía a embarcaciones, cómo se permitían pistas clandestinas. Esto no es nuevo. El diagnóstico hoy, que creo que es correcto, es que el desastre, la autocracia, la violación masiva de derechos humanos, la emergencia humanitaria compleja, la destrucción de la economía y el éxodo de un tercio de la población tienen en origen a una estructura criminal que se ha apoderado el estado venezolano. Maduro representa a un ejército de ocupación que tiene sometidos a los venezolanos.
- Desde ciertos sectores de la izquierda radical o de aliados de las dictaduras se compara el caso venezolano con Afganistán o con Irak.
- Hay una profunda equivocación de quienes buscan equiparar el caso de Venezuela con otros episodios donde hubo una acción militar por parte de EEUU, donde la principal diferencia es que 9 de cada 10 venezolanos están de acuerdo. En Venezuela no hay conflictos ni étnicos ni religiosos, en Venezuela hay una sola admiración por encima de la Vinotinto (la selección de fútbol) y por encima de nuestros santos, que es la salida de Nicolás Maduro. Y en el momento en el que caiga vas a ver a cinco o seis millones de personas celebrando en las calles. Y otras 500.000 personas celebrando en Madrid, en Bogotá, en Miami... El nivel de presión es tal que cuando venga el cambio va a ser una liberación extraordinaria, acompañada de muchísimos retos. No quiero dibujar esto como algo sencillo, pero hay una legitimidad democrática con la elección del año pasado, hay un liderazgo del presidente electo Edmundo González y de María Corina Machado y hay una unidad alrededor de ese liderazgo. No hay división en la oposición, como dicen por ahí. Hay opositores que se vendieron a Maduro. Es un error de apreciación con Venezuela muy común.
- La izquierda radical de la región defiende a Maduro aduciendo un supuesto ataque a la soberanía nacional.
- Están descolocados. El concepto de soberanía, tal y como está establecido en el artículo 3 de la Constitución, establece que reside de forma intransferible en el pueblo. ¿Cómo se manifiesta esa soberanía? A través de las elecciones, las últimas el año pasado, cuando el 70% votó por la salida de Nicolás Maduro. Todo el argumento de la salida de Maduro se sustenta precisamente en la soberanía popular. Ahora, quienes defienden a Maduro o atacan a EEUU con el argumento de la soberanía lo que quieren es la estabilidad de una estructura criminal.
- ¿Gustavo Petro, por ejemplo?
- Sin duda alguna. Lo que ha dicho Petro (presidente colombiano) en la última semana lo coloca como un aliado de Maduro en el ámbito político y peligrosamente en el ámbito de su estructura criminal. ¿Cuántos años han pasado desde que Venezuela es una retaguardia territorial para las guerrillas de las FARC, el ELN o los grupos criminales de Colombia? Por lo menos 15 años. Conocemos la presencia de ambos en los negocios de la extracción del oro. Ahora Petro pretende borrar el conocimiento detallado, que me consta tiene el estado colombiano de más de 20 años de investigaciones, sobre la relación de Chávez y Maduro con grupos criminales que tienen su origen en Colombia. Que ahora Petro defienda eso para mí es una equivalencia de intereses.
- Pese a la presión de los buques estadounidenses durante más de dos meses, ninguno de los 2.400 generales chavistas ("¡Más que toda la OTAN!", interrumpe López), ha dado un paso al costado.
- Hasta que caigan. Eso no va a suceder en seco, va a ser la reacción a una acción. Y yo creo que llegarán reacciones internas en la estructura de poder de la dictadura, especialmente entre policías y militares, pero también hay que esperar una reacción interna del pueblo venezolano. Yo no creo que haya cambiado el sentimiento de cambio que vimos el 29 de julio del año pasado, cuando salieron espontáneamente a reclamar el triunfo. Ese sentimiento de hambre de libertad lo vamos a ver de nuevo.
- Pero desde ese día Maduro instaló un plan de terror con 25 asesinados, miles de detenciones, 866 prisioneros políticos en la actualidad...
- Pero eso no ha cambiado el sentimiento, más bien lo ha afianzado. Es como una olla de presión a la que se le está metiendo más presión. Es verdad, Maduro a punta de fuerza, represión, tortura y muerte, como dice la ONU en su último informe, ha contenido las protestas. Pero en el momento que haya alguna acción ese sentimiento lo vamos a ver de nuevo.
- ¿Qué acciones cree que puede tomar EEUU para que se desmorone el régimen?
- Es una decisión táctica, es una operación dirigida por los EEUU, con una meta muy concreta. Es correcto identificar a Maduro como la cabeza del Cártel de los Soles, es una realidad que denuncié hace más de 10 años. Si como ha dicho EEUU ellos van a avanzar con esta política, tienen un rango de opciones muy amplio.
- ¿Es el peor momento para la revolución bolivariana en 26 años?
- Es un momento donde ya con nitidez se ve la naturaleza de lo que representa Maduro. Nos tomó 15 años decir que Venezuela no era una democracia, pero el origen es una estructura criminal y que hoy EEUU tenga el compromiso de enfrentar y neutralizar una estructura criminal genera esperanza.
- El atentado de Bogotá contra el consultor político Luis Peche y el activista LGBTI Yendri Velásquez ha resucitado el temor del exilio a la represión transnacional chavista.
- Maduro y su estructura criminal tienen tentáculos largos fuera de las fronteras venezolanas. Fue un atentado que anunció Diosdado Cabello (número dos de la revolución y ministro de Interior) en su programa, venía hablando de los activistas de VP en Bogotá, con nombre y apellido. Algunos de ellos vivían en el mismo lugar donde se cometió el atentado. Cabello lo venía teledirigiendo con la intención de neutralizar. Nosotros estamos claros: el futuro de Venezuela pasa por la salida de Maduro, no hay ningún escenario para una estabilidad consensuada con la dictadura como pretenden antiguos opositores que se arrodillan para comer las migajas de la dictadura.
- ¿Espera una respuesta del Gobierno de Madrid como la llevada a cabo con los desterrados nicaragüenses de Daniel Ortega, a quienes concedió la nacionalidad española?
- Esperemos. Son casos distintos, en Nicaragua fueron 220 que estaban presos y fueron sacados del país. Esperemos a ver cómo evoluciona este proceso. Lo más inteligente que podría hacer Maduro es negociar su salida. Si no la negocia, saldrá sin haberla negociado.
- El chavismo ha denunciado en las últimas horas una supuesta "operación de falsa bandera" desde Trinidad y Tobago para iniciar una guerra.
- ¿Una guerra entre quién y quién? No creo que haya posibilidad de que ni militares ni milicianos ejerzan ninguna resistencia. Es equivocado plantear que en el caso de Venezuela se pueda generar un conflicto entre partes, ahí está el pueblo venezolano por un lado y un puñado de miles con armas. Escucharemos después a muchos militares y policías diciendo que siempre estuvimos con ustedes.
- La represión no ceja en Venezuela, pese a la presión estadounidense. Durante el fin de semana incluso el chavismo saboteó una misa del cardenal Baltazar Porras en honor del santo José Gregorio.
- Es el mismo libreto de Nicaragua, no sólo se atenta contra quienes tienen una posición política, también contra la Iglesia. Lo que sucedió con el cardenal es muy grave, contra la libertad de credo y con ataque contra la Iglesia católica. En Nicaragua hoy a los sacerdotes les obliga a que su homilía sea previamente aprobada.
- Las tres dictaduras no dejan de retroalimentarse...
- No dejan de hacerlo pero creo que también se retroalimentará el proceso de liberación. No tengo dudas: cae Maduro y cae Díaz-Canel y cae Ortega. Son regímenes que viven en una simbiosis permanente. Y cuando caiga Maduro se van a levantar el pueblo cubano y el nicaragüense, que están en las mismas condiciones que el pueblo venezolano. Una olla a presión a la que se le mete más temperatura y simplemente genera más aspiraciones de libertad.