Trump recibe en la Casa Blanca en un encuentro de perfil bajo al presidente sirio, un ex comandante de Al Qaeda

Nov 11, 2025 - 00:00
Trump recibe en la Casa Blanca en un encuentro de perfil bajo al presidente sirio, un ex comandante de Al Qaeda

Actualizado

Estados Unidos y Siria han formalizado este lunes en Washington el inicio de una nueva y extraña era de relaciones bilaterales. Después de décadas marcadas por la hostilidad, guerra en la sombra y sanciones, el presidente Donald Trump ha recibido hoy en el Despacho Oval a Ahmed al Sharaa, el presidente sirio y ex comandante de Hayat Tahrir al Sham (HTS), la rama siria de Al Qaeda. Lo ha hecho, sin embargo, en privado, evitando fotos y vídeos incómodos -más allá de una foto oficial, suministrada horas después del encuentro-, y prescindiendo de una comparecencia conjunta, algo muy raro, inédito en esta Administración.

A principios de siglo, Al Sharaa, también conocido como Abu Mohammad al Jolani, pasó años en varias prisiones estadounidense en Irak, incluyendo Abu Ghraib. Era, literalmente, el ejemplo de libro de los objetivos de la guerra contra el terror. Al salir de la cárcel en 2011, volvió al combate de la mano de Abu Bakr al Baghdadi. Pero ahora, en un giro de 180º ratificado desde la capital estadounidense, ha firmado la adhesión formal de su país a la Coalición Global para Derrotar al ISIS, tras meses trabajando mano a mano con Estados Unidos, incluyendo al menos seis operaciones o redadas conjuntas sobre el terreno.

Hasta el retorno de Trump, algo como lo visto hoy habría sido completamente imposible e impensable, especialmente con administraciones demócratas. El domingo, una página entera pagada por un think tank jordano en los principales periódicos del país denunciaba la invitación a un terrorista, comparándolo con Osama bin Laden. Al Sharaa estaba, de hecho, hasta hace unos días en la lista de terroristas internacionales, ocupando un lugar destacado, y hace tan sólo unos meses se ofrecían 10 millones de dólares por su cabeza. El jueves, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución impulsada por Estados Unidos para retirarlos a él y a Anas Hasan Khattab, su ministro del Interior, "en reconocimiento del progreso demostrado por el liderazgo sirio tras la salida de Bashar Asad y más de 50 años de represión". Y el viernes, el Departamento de Estado los sacó formalmente.

Trump quiere un cambio drástico de las políticas en Oriente Próximo. Empezó en su primera Administración con los Acuerdos de Abraham; en la segunda ha seguido con un bombardeo en Irán, continuó con la presión a Israel para un acuerdo de paz sobre Gaza y ahora quiere redefinir la posición de Siria. Durante el fin de semana se filtró que su Gobierno quiere tener presencia militar en una base aérea cerca de Damasco para dar cobertura a las operaciones contra el ISIS. Igual que está negociando con los talibán recuperar una de las bases levantadas por su ejército durante la década pasada. Y Trump sigue presionando para que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos, y el nuevo ejército sirio se fusionen, algo que está siendo complicado por razones obvias tras décadas de dictadura, represión y odios sectarios.

La cita de hoy destilaba simbolismo. Se trata de la primera visita oficial de un jefe de Estado sirio a Washington, pero no el primer encuentro entre ambos. En mayo se conocieron en Arabia Saudí y en septiembre, el sirio habló ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer representante de su país en hacerlo en 58 años. Trump describió en primavera a Al Sharaa como un "joven atractivo. Un tipo duro. Un pasado turbulento. Un luchador (...) Creo que está haciendo un excelente trabajo. Es una región difícil, y él es un tipo duro, pero me llevé muy bien con él. Levantamos las sanciones para darles una verdadera oportunidad", afirmó.

Poco después, firmó una orden ejecutiva que levantaba la mayoría de las sanciones estadounidenses contra Siria. Y en julio, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció la revocación de la designación de Organización Terrorista Extranjera para HTS, también conocido como Frente al Nusra, el grupo afiliado a Al Qaeda fundado por Al Sharaa.

La delegación siria, que en los últimos meses recorre el mundo entero, busca desesperadamente recursos. En un informe reciente, el Banco Mundial calculó, de forma conservadora, que la reconstrucción de Siria tras 13 años de guerra civil costaría 216.000 millones de dólares. Y quiere también que Washington elimine el resto de sanciones pendientes, conocidas como la Ley César de Protección Civil en Siria, impuestas por las violaciones de derechos humanos del régimen de Asad, pero que sólo pueden retirarse si las dos cámaras del Congreso votan a favor.

La oferta del Gobierno de Trump es una suspensión durante seis meses de esas sanciones mientras presiona al Congreso para que las derogue por completo. Según fuentes citadas por Al Arabiya, también se permitirá desde hora a Siria reanudar las operaciones en su embajada en Washington. "El presidente Trump está cumpliendo su compromiso de dar a Siria 'una oportunidad para alcanzar la grandeza', permitirle reconstruirse y prosperar mediante el levantamiento de las sanciones estadounidenses y la garantía de que los actores perjudiciales rindan cuentas. El Gobierno de Estados Unidos ha adoptado nuevas políticas y un marco regulatorio para alentar a las empresas y bancos estadounidenses, a la comunidad internacional, al pueblo sirio y a los socios regionales a contribuir a la estabilidad de Siria, al tiempo que se les niegan recursos a los actores perjudiciales. Con este fin, el Gobierno de Estados Unidos coordinará con los sectores público y privado para brindar orientación en apoyo de estas nuevas políticas", apunta el comunicado emitido por el Departamento del Tesoro.