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El partido Alternativa para Alemania crea una nueva organización juvenil entre violentas manifestaciones de protesta
Actualizado
La creación de "Generación Alemania", la nueva organización juvenil del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), desencadenó hoy en la ciudad de Gießen (Hessen) uno de los episodios de violencia más intensos de los últimos años.
El partido había convocado un congreso con un millar de delegados de todo el país para fundar una estructura que sustituya a la anterior juventud, Junge Alternative (JA), disuelta tras ser catalogada por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución como organización de extrema derecha. Al nacimiento de "Generación Alemania" acudieron los copresidentes Alice Weidel y Tino Chrupalla, así como Björn Höcke, líder del ala más radical del partido, cuya presencia subraya el peso estratégico que la AfD otorga a esta nueva rama juvenil.
El movimiento llega en un momento en que la AfD lidera las encuestas nacionales con cerca del 30% de intención de voto, por delante incluso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) del canciller Friedrich Merz. Pese a su fortaleza electoral, los intentos del partido de presentarse como una formación leal a la Constitución y apta para gobernar han fracasado. El cordón sanitario impuesto por el resto de fuerzas políticas continúa intacto.
Protestas
Entre 20.000 y 25.000 manifestantes, según la confederación sindical DGB y las plataformas convocantes, colapsaron la ciudad desde primera hora. La policía —que esperaba hasta 50.000 activistas— desplegó 6.000 agentes en uno de los mayores operativos de los últimos años. La protesta degeneró pronto en enfrentamientos, alimentados por el profundo rechazo que la AfD suscita en amplios sectores sociales, incluida la extrema izquierda más combativa, que llegó a Gießen con el objetivo declarado de impedir lo que describían como "el nacimiento de una nueva generación de neonazis".
Los accesos a la ciudad quedaron bloqueados, incluida la autopista federal B49, cortada por más de 2.000 activistas. La policía empleó cañones de agua y gas pimienta tras sufrir ataques con piedras y botellas. Hubo daños en vehículos, mobiliario urbano y la presencia de grupos encapuchados con bengalas en varios puntos. El hospital universitario Uniklinik atendió a una docena de manifestantes heridos, y varios agentes resultaron lesionados. El temor a quedar atrapados en las cargas y disturbios llevó a que el 70% del comercio permaneciera cerrado.
El canciller Merz lamentó los incidentes, calificándolos de "choque entre extremos" que erosiona la convivencia democrática, y llamó a recuperar la capacidad de resolver diferencias "desde el centro político, con libertad y paz".
Heridos
Debido al bloqueo total, el congreso comenzó con más de dos horas de retraso. La cúpula del partido tuvo que ser trasladada en un convoy policial de trece autobuses y varias limusinas. Solo 750 delegados consiguieron acceder finalmente al recinto. El diputado local Julian Schmidt llegó visiblemente herido tras denunciar una agresión de una veintena de manifestantes; la policía confirmó el ataque y detuvo al presunto autor.
Aunque la AfD presenta "Generación Alemania" como un proyecto renovado, disciplinado y libre de extremismo, expertos como la periodista de investigación Katja Riedel advierten de que no hay señales de un cambio doctrinal real, sino más bien una reconfiguración superficial tras la prohibición de la JA. La dirección de AfD, sin embargo, sostiene que la creación de una organización juvenil es un derecho legítimo de cualquier partido democrático, del mismo modo que la CDU cuenta con la Junge Union y el Partido Socialdemócrata (SPD), con los Jusos.
