Leún XIV, ante más de un millún de personas en el Jubileo de los Júvenes en Roma: "Estamos con los júvenes de Gaza y Ucrania"

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En un mundo en conflicto, más de un millón de jóvenes católicos de 146 países han apostado por la esperanza y la paz junto al Papa León XIV. Robert Francis Prevost ha protagonizado este fin de semana su primera JMJ dentro del Jubileo de la Esperanza, siendo así su primer gran evento en contacto con el futuro de la Iglesia Católica. Se trataba también de un test, una prueba de conexión con los jóvenes, que ya empezó en la Plaza de San Pedro el pasado martes por la noche cuando pidió con fuerza: "¡Queremos la paz en el mundo!" y "otro mundo es posible". Ese mismo espíritu, recordando que "estamos con los jóvenes de Gaza y Ucrania", es el que ha marcado el cierre del Jubileo Mundial de la Juventud que ha tenido lugar este sábado y domingo en la explanada de Tor Vergata, en Roma.
"Pido que mandéis un saludo a los muchos jóvenes que no han podido estar aquí con nosotros, que se encuentran en muchos países de los que no es posible salir por las razones que conocemos. Llevadles esta alegría y este entusiasmo a todo el mundo", solicitó el Papa León XIV desde la explanada de Tor Vergata en Roma. "Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo", dijo el Santo Padre -un concepto que recordó el pasado martes por la noche desde la Plaza de San Pedro-, pidiendo a los presentes que enviaran un "saludo a todos vuestros amigos, a todos los jóvenes que necesitan un mensaje de esperanza". "¡Buen viaje!", fueron las palabras conclusivas del Pontífice después del Ángelus y antes de bajar la escalinata del escenario de la JMJ; para luego subirse al papamóvil mientras los jóvenes fieles lo aclamaban en italiano, repetidamente y entre aplausos ¡Papa Leone! y ¡Ésta es, la juventud del Papa!
En la misa de la JMJ de este domingo, el Santo Padre ha remarcado en la homilía la importancia de una vida donde "no hay que darlo todo por descontado" y donde hay que apostar por la entrega y el "amor". Como hace regularmente en sus discursos, León XIV este domingo no sólo ha mencionado a San Agustín, sino también al Papa Francisco. Prevost ha citado las palabras de su predecesor en la JMJ de hace dos años en Lisboa, subrayando la importancia de "emprender un viaje hacia sí mismos", como un "despegue sin el cual no hay vuelo" cuando "cada uno está llamado a confrontarse con grandes preguntas".
Este sábado, cientos de miles de jóvenes católicos estuvieron esperando con gran ilusión la llegada del Papa León XIV en la explanada de Tor Vergata. El ambiente previo estuvo marcado por la alegría, propio de un macrofestival de música. Unido al sentimiento de fe característico de la Plaza de San Pedro en el Vaticano, pero con una asistencia de más de un millón de personas, fruto del deseo de participación de jóvenes fieles procedentes de todo el mundo. Después de Italia, España fue el segundo país con más con mayor participación de católicos en el Jubileo de los Jóvenes.
El papa León XIV saluda desde el papamóvil al llegar para presidir la Santa Misa por el el Jubileo de la Juventud.
A las 19:24 Robert Prevost sobrevoló en helicóptero la explanada de Tor Vergata, al atardecer, para aterrizar en el helipuerto situado a unos centenares de metros del escenario principal de la JMJ 2025. Por primera vez,se pudo ver al Pontífice estadounidense bajar de un helicóptero, para luego saludar durante una hora, subido en el papamóvil, a los cientos de miles de jóvenes dispuestos a recibir y acoger el mensaje de paz y esperanza del Santo Padre.
Poco antes de las 20:30 se produjo la imagen que quedará para la Historia. El Papa León XIV fue quién, con sus propias manos, llevó consigo la Cruz y subió con ella hasta subir al escenario de la JMJ 2025. Una fotografía que permanecerá por su simbolismo y energía, en contraposición a la emoción pero también fragilidad, hace 25 años, de Juan Pablo II en el anterior Jubileo ordinario. Los jóvenes presentes mostraron su entusiasmo con aplausos, cantos de alegría -¡Ésta es, la juventud del Papa!- y el silencio propio de un momento solemne. En determinados momentos, se lograba oír sólo el discreto sonido del dron en vuelo de la realización de la señal televisiva vaticana.
Desde el último Jubileo con Juan Pablo II el mundo ha cambiado y, entre otras cosas, está marcado no sólo por las guerras, sino también por la existencia de las redes sociales. A lo largo de la vigilia del sábado, tuvo lugar el diálogo entre el Papa León XIV y los jóvenes. Siguiendo el formato de preguntas y respuestas, una chica mexicana le preguntó al Santo Padre cómo mantener la amistad con una tecnología que ilusiona con "tener muchos amigos" y crear "relaciones cercanas", cuando a menudo se experimentan varias formas de "soledad". Robert Prevost, por su parte, contestó haciendo hincapié en la "extraordinaria oportunidad" que ofrecen las nuevas tecnologías, pero advirtió de la ambigüedad ante lógicas "comerciales" que convierten las relaciones en "confusas, ansiosas e inestables" y que pueden evitarse con vínculos "sinceros" y "estables".
Detrás del escenario de la JMJ, estuvo presente una gran Cruz, de varios metros de altura, que hace 25 años fue uno de los grandes símbolos de aquel Jubileo con Juan Pablo II. Después de 25 años, esa misma Cruz ayer y hoy en Tor Vergata ha vuelto a protagonizar el actual Jubileo de los Jóvenes, esta vez del Papa León XIV. A lo largo de la noche, Robert Prevost recordó que "es Jesús lo que buscáis cuando queréis encontrar la felicidad", mencionando y recordando las palabras pronunciadas por Juan Pablo II. Este sábado por la noche, el Pontífice estadounidense recordó también a la española María Cobo, de 20 años; y a la egipcia Pascale Rafic, de 18 años; fallecidas antes de poder asistir a la JMJ de Roma.