Xi Jinping mantiene el pulso a Trump y EEUU y China extienden la tregua comercial otros tres meses

Aug 12, 2025 - 12:00
Xi Jinping mantiene el pulso a Trump y EEUU y China extienden la tregua comercial otros tres meses

Actualizado

Las dos economías más grandes del mundo han vuelto a extender su tregua comercial por otros 90 días, disipando los temores de que Estados Unidos y China retomaran el intercambio de golpes en una nueva fase de la guerra comercial que sacudió la economía global a principios de año.

A finales de julio, después de que los negociadores comerciales de las dos superpotencias se reunieran cara a cara por tercera vez, en esta ocasión en Estocolmo, ambas partes transmitieron señales de que habría una prórroga de la pausa arancelaria. Pero faltaba por saber quién sería el primero en dar el paso antes de la fecha límite del 12 de agosto.

Mientras que el presidente Donald Trump se pavoneaba de los acuerdos comerciales favorables a EEUU que su administración ha ido alcanzando con la Unión Europea y otros aliados asiáticos, en Pekín han continuado manteniendo el pulso, sin ceder a los chantajes del republicano y con sus canales de propaganda presumiendo de haber obligado a Washington a sentarse en la mesa de negociación jugando con la carta ganadora de las tierras raras, indispensables para la industria tecnológica, y que China tiene casi el monopolio en su procesamiento.

El lunes por la tarde en Washington, que era la madrugada en Pekín, Trump firmó la orden ejecutiva que extendía la tregua arancelaria hasta el próximo 10 de noviembre. Tiempo más que suficiente, comentan los funcionarios de ambos países, para que los equipos negociadores sigan trabajando en un acuerdo comercial que contente a las dos partes y sentar las bases para una cumbre entre Trump y el líder chino, Xi Jinping, antes de que termine el año.

EEUU y China han celebrado tres rondas formales de negociaciones comerciales este año en tres puntos neutrales: Ginebra, Londres y Estocolmo. Tras la primera tregua alcanzada en mayo, los aranceles a los productos chinos, que Trump había disparado hasta el 145%, se redujeron al 30%, mientras que los gravámenes del 125% que había impuesto China se bajaron al 10%.

El 20% de diferencia corresponde a aranceles de castigo, por ahora inamovibles, relacionados con el fentanilo. Washington continúa acusando a Pekín de no hacer lo suficiente para frenar el envío de los precursores químicos que son necesarios para fabricar esta droga que tantos estragos está causando en suelo estadounidense.

La estrategia de contrataque de China frente a la guerra comercial de Trump choca con el perfil bajo que han mantenido tradicionales aliados asiáticos de EEUU, como Japón y Corea del Sur, o la Unión Europea, que ha preferido apostar por largas y silenciosas negociaciones, para acabar aceptando un arancel del 15% general a sus exportaciones.

El domingo, con la cuenta atrás para que venciera la tregua, Trump lanzó un órdago a China pidiendo que cuadruplicada sus compras de soja estadounidense para reducir el déficit comercial de su país con el gigante asiático (las importaciones de soja de China desde EEUU cayeron un 27,8% en el segundo trimestre). A esto se le sumó una amenaza del vicepresidente estadounidense, JD Vance, sobre que el Gobierno estadounidense "estaba pensando" imponer nuevos aranceles al país asiático como castigo a que Pekín continúa comprando petróleo ruso.

No hubo respuesta de Pekín a ninguna de estas dos cuestiones. El Ministerio de Comercio chino ha esperado al martes por la mañana, horas después del anuncio de Trump, para confirmar que la extensión de un acuerdo y que el actúa arancel "recíproco" del 10% continuaría vigente otros tres meses.

El pacto arancelario también incluye la pausa a algunas restricciones chinas a las exportaciones a EEUU y la entrada al mercado chino de algunos de los demandados chips de última generación que han estado restringidos en los últimos años. La parte china levantó la mano en algunas restricciones de exportación de tierras raras y la estadounidense también eliminó barreras a la exportación de tres empresas de software de diseño de semiconductores.

Trump desveló el lunes que había negociado personalmente un acuerdo con el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, para que la empresa tecnológica pudiera vender un chip de gama baja en China a cambio de que parte de esos ingresos de ventas se pagaran al Gobierno estadounidense.

En Pekín, el presidente Xi Jinping, como acostumbra, no se ha pronunciado sobre la tregua comercial con Washington. La principal noticia el martes en los medios estatales chinos era la videollamada de una hora que Xi ha mantenido con su homólogo brasileño, Lula da Silvia.

Un contacto de alto nivel para reforzar la cooperación económica cuatro días después de que Trump impusiera un arancel del 50% a una amplia gama de exportaciones brasileñas. China es el mayor socio comercial de Brasil, país donde los chinos ahora compran toda la soja que antes adquirían a EEUU.