James Dean: siete décadas del trágico accidente automovilístico que acabó con la vida del actor

El 30 de septiembre de 1955 marcó uno de los capítulos más trágicos y recordados en la historia del cine: aquel día, James Dean, con apenas 24 años, perdió la vida en un accidente automovilístico cerca de Cholame, California, dejando un hueco que el paso del tiempo no ha logrado llenar.
A 70 años de ese episodio fatal, su figura permanece intacta en la memoria colectiva como símbolo de rebeldía, juventud y talento efímero.
Dean viajaba en su Porsche 550 Spyder cuando en la intersección de la entonces Ruta 446, su auto se cruzó con un Ford Tudor conducido por Donald Turnupseed. El impacto casi frontal fue devastador: el actor sufrió fracturas múltiples, daños internos severos, mandíbula rota y un pie atrapado entre los pedales. Aunque fue trasladado a un hospital, fue declarado muerto el mismo día.
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El funeral de Dean tuvo lugar el 8 de octubre en Indiana, su ciudad natal, donde miles de personas se reunieron en las calles para despedirlo.
Aunque su filmografía fue breve, pues solo protagonizó tres películas principales (Al este del Edén, Rebelde sin causa y Gigante), su voz interpretativa y su presencia escénica lo consagraron como un mito del cine estadounidense. Post mortem, obtuvo dos nominaciones al Óscar por Al este del Edén y Gigante.
El legado de Dean no se limita al cine: su imagen y su porte cruzaron fronteras hacia la moda, la música y la cultura pop. Su chaqueta roja en Rebelde sin causa se convirtió en un emblema de rebeldía juvenil, y figuras como Elvis Presley, David Bowie o Bob Dylan han señalado su influencia. (E)
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