Lavrov: "Rusia nunca ha tenido ni tiene intención de atacar a la OTAN o la UE, pero cualquier agresión recibirá respuesta"

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Después de haber violado el espacio aéreo polaco con drones armados, y el de los países bálticos con cazas de combate. Después de un ciberataque que obligó a cancelar vuelos durante varios días en el centro del continente, y de que Dinamarca o Países Bajos hayan tenido que cerrar los aeropuertos de sus capitales por la presencia de drones no identificados, Moscú dice que ni está provocando, ni tiene previsto ir al choque con la Alianza Atlántica ni los rumores que se multiplican de un conflicto inminente son ciertos. Pero que si Occidente responde, por ejemplo, derribando los aparatos tripulados que entren en su territorio, como ha avisado Polonia y bendecido Donald Trump, responderá de forma decisiva.
Ese es el mensaje que ha lanzado este sábado desde la ONU, ante un auditorio prácticamente vacío y con los líderes más importantes del mundo ya fuera de Nueva York, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, que ha encabezado una vez más la delegación de su país. Su intervención, fiel a su estilo y a lo que Rusia repite desde hace años, si no décadas, no ha dejado grandes novedades, pero sí buenas dosis de cinismo. Hoy, igual que el viernes, Lavrov ha señalado que "necesitamos un nuevo orden mundial donde el colonialismo no sea la fuerza impulsora. Donde las guerras no se declaren por razones coloniales", asegurando que lo la anexión de Crimea de hace una década fue producto de "un golpe de Estado impulsado por Occidente" en Ucrania y culpa del "régimen neonazi de Kiev".
Rusia ha condenado las acciones de Israel en Gaza, el embargo a Cuba, el bombardeo estadounidense en Irán, las presiones a Serbia en los Balcanes. Pero sobre todo, ha lanzado una advertencia. "Las amenazas del uso de la fuerza contra Rusia se están haciendo cada vez más habituales. Se acusa a Rusia de planear un ataque contra la OTAN y los países de la UE, pero el presidente Putin ha desmontado repetidamente esas falsas provocaciones. Rusia nunca ha tenido y no tiene esas intenciones, pero cualquier agresión contra mi país recibirá respuesta decisiva, que no quede duda entre los miembros de la OTAN y la UE, que sólo les dicen a sus votantes que la guerra con Rusia es inevitable y hablan de preparativos para atacar Kaliningrado y otros territorios rusos", ha afirmado.
Putin lleva desde 2022 forzando, buscando los límites, viendo cómo y cuándo responden los aliados. Y desde principios de este año, viendo a ver cómo reacciona Estados Unidos con Donald Trump. "Estamos dispuestos a negociar garantías de seguridad para Ucrania, pero ni Kiev ni sus aliados europeos parecen entender la gravedad de la situación. Tampoco quieren negociar con sinceridad. La Alianza del Atlántico del norte sigue ampliándose hasta nuestras fronteras, contrarias a las garantías que se le dieron a los líderes soviéticos para que no avanzarían ni una pulgada. Nuestras propuestas en 2008 y posteriores, incluido en diciembre de 2021 , se desatendieron y se siguen desatendiendo hasta la actualidad", ha añadido.
La intervención de Lavrov no se ha salido de la retórica rusa, e incluso soviética, hablando de colonización, de dobles raseros. "Hay violaciones graves del principio de la igualdad soberana de los estados, y esto socava la fe en la justicia misma, generando crisis y conflictos. La raíz del problema está en los intentos de dividir el mundo entre democracia y autoritarismo, entre los que están sentados en la mesa y los que forman parte del menú, los elegidos que pueden hacer lo que quieran y los demás", ha apuntado mencionando cómo la OTAN bombardeó Libia, "la fuerza ilegal de Israel contra los palestinos y las acciones agresivas contra Irán, Qatar, el Líbano, Siria o Irak podrían generar una conflagración en el Oriente Próximo".
En una rueda de prensa posterior a su discurso, el ministro ruso ha insistido, al abordar las violaciones del espacio aéreo de varios países de la UE y la OTAN en las últimas semanas, que su país no tiene "nada que ocultar. Nunca atacamos a civiles ni infraestructuras. Los incidentes ocurren, pero nunca realizamos fuego selectivo contra ellos, nunca hemos atacado con nuestros vehículos aéreos no tripulados ni con misiles a países europeos, ya sean miembros de la UE o de la OTAN", ha recalcado, quejándose de que después de que Polonia y los aliados derribaran sus drones, en la noche del 9 de septiembre, "propusimos una reunión de inmediato, pero nadie quiere discutir los hechos".
Igualmente, ha reprochado a Estados Unidos su posición, que parece haber cambiado en las últimas semanas, con un tono aparentemente más cercano a Kiev y crítico con Moscú, pero que al mismo tiempo parece sugerir la voluntad de Donald Trump de desentenderse del proceso para lograr una paz. "Esperábamos un diálogo ruso-estadounidense después de la cumbre en Alaska, al acercarse la nueva Administración de Estados Unidos de una forma que contribuye a una solución realista a la crisis ucraniana. También buscábamos una cooperación pragmática sin una postura ideológica. Estados Unidos tienen una responsabilidad especial para la situación del mundo para evitar una guerra que afectaría a toda la humanidad. Mantener la estabilidad estratégica es el objetivo de la nueva iniciativa de Rusia", ha seguido.
"La situación de seguridad internacional actual se está deteriorando. Ya he mencionado las razones, y repito que la principal es el deseo de Occidente de mantener su hegemonía mediante la fuerza militar. Cada vez más países y regiones se involucran en esquemas de confrontación", ha concluido.