Petro propone "un ejército de salvación del mundo" mientras EEUU le revoca su visado

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Desde que Washington "descertificó" a Colombia en la lucha contra las drogas, por considerar que su Gobierno no hacía lo suficiente para evitar que el narcotráfico creciera, Gustavo Petro no ha hecho sino tensar la cuerda con la potencia del norte. Hasta romperla.
"¡Por fin lo logró el presidente Petro! Ya no tiene visa en los Estados Unidos. Ahora renuncie a la presidencia y dedíquese a liderar la tercera guerra mundial contra Trump y sus amigos. Seguramente el planeta se estremecerá con su valentía", escribió en X el candidato presidencia Sergio Fajardo, un político moderado, cabeza de una opción de centro izquierda.
"Todo el show de agitador de Petro buscaba provocar una reacción de Trump. Lo ha logrado y lo usará para victimizarse y posar de mártir no solo local sino global. ¿Gobernar y cuidar a Colombia? No, muy poca cosa. Mejor jugar a prócer y mártir. Qué patético", opinó Claudia López, vieja aliada de Petro y ahora aspirante a sucederle desde una posición crítica con su Administración.
"Sergio (Fajardo), pensé que usted tenía convicciones democráticas. Mi estadía en la presidencia depende del pueblo, de nadie más, ni de usted ni de Trump", respondió enseguida el ex gobernador de Antioquia. En un largo mensaje, también lanzó diatribas contra la oposición de derecha y concluyó con una frase despectiva hacia la Casa Blanca: "No volveré a ver al pato Donald por ahora. Eso es todo".
Más adelante, este sábado por la mañana, subió el tono contra el inquilino de la Casa Blanca, en otro mensaje: "Aléjese Trump de Hitler, aún es tiempo". El viernes 25, el Departamento de Estado le había quitado el visado para entrar a Estados Unidos después de que pidiera al ejército estadounidense desobedecer las órdenes de Trump, en una manifestación a favor de Palestina, celebrada en las calles de Nueva York.
En el mismo acto, con un megáfono en mano, recordó que había entrenado con la OLP en los desiertos de Libia, como guerrillero del M-19, y que había propuesto una resolución en la que "se ordena a las Naciones Unidas la conformación de un Ejército de la salvación del mundo que tiene como primera tarea liberar a Palestina".
Anotó que sería una tropa formada con los propios ejércitos, sometidos al mandato "de la Justicia internacional. Aportarán hombres y mujeres, entrenados y armados (...) Tiene que ser más grande que el de los Estados Unidos". Y animó a militares colombianos integrarse como voluntarios y pelear en Gaza.
"La eliminación de la visa de Petro no tiene ningún efecto distinto a darle una excusa para victimizarse, es una medida que solo le sirve a él. No me cabe la menor duda de que Petro buscó que eso sucediera porque necesita esos enemigos para la campaña presidencial", explica a EL MUNDO el ex vicepresidente colombiano y ex embajador en Washington Francisco Santos. "Estados Unidos tiene que entender que está lidiando con una persona que busca esas reacciones para el beneficio propio. Y su propuesta de un ejército mundial es tan loco como decir que la gasolina es peor que el fentanilo o que el petróleo es peor que la cocaína, dos afirmaciones que ha hecho en Naciones Unidas".
Entretanto, en Colombia, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional han visto recortados sus presupuestos y disminuido su pie de fuerza en momentos en que los grupos criminales, tanto las diferentes guerrillas como las bandas mafiosas están ampliando su poder territorial. Y la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel y cortar la cooperación militar también supuso un revés en Inteligencia y armamento.
Cabe anotar que, antes de Gustavo Petro, Estados Unidos sólo retiró el visado al entonces presidente Ernesto Samper, que ganó las elecciones en 1994 con los millones que le aportó el poderoso cártel de Cali. En la medida también pudo pesar la defensa que el mandatario colombiano hace de Nicolás Maduro, la propuesta de cooperación militar con el Ejército chavista y su repudio tanto del despliegue naval en aguas caribeñas como de una intervención para detenerle; haber pedido la judicialización de Trump y los miembros de su gabinete que tuvieron que ver con el bombardeo de las narcolanchas y, por último, negar la existencia del Cártel de los Soles.