Trump ordena pintar el muro fronterizo con México de negro para que se caliente y sea más difícil saltarlo

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Donald Trump ha dado la orden de pintar el muro fronterizo con México de negro. Más que una cuestión estética, su cometido es lograr que la pared absorba más calor en los días de altas temperaturas para desanimar a los inmigrantes a que traten de saltarlo y entrar en Estados Unidos de forma ilegal. Se trata de la última iniciativa del presidente en materia de seguridad fronteriza, ejecutada con diligencia por su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que ya lo ha hecho oficial.
De hecho, la misma Noem se sumó a la causa en una visita a la frontera sur del país este martes. La ex gobernadora de Dakota del Sur agarró un rodillo para ayudar a pintar una parte del muro, asegurando que es una forma más de impedir el paso de ilegales, sumada a la altura y al grosor de la pared construida.
"Eso es específicamente a petición del presidente, quien entiende que con las altas temperaturas de aquí, cuando algo se pinta de negro, se calienta aún más y dificulta aún más que la gente lo suba. Por eso, pintaremos todo el muro fronterizo sur de negro para asegurarnos de animar a la gente a no entrar a nuestro país ilegalmente", afirmó Noem.
Es un tema al que se refirió de forma indirecta el magnate republicano desde la Casa Blanca, vanagloriándose del hecho de no ha entrado un solo inmigrante indocumentado en Estados Unidos en los últimos tres meses. "Ni yo mismo me lo creía", declaró en una intervención desde la Casa Blanca.
Los datos publicados a mediados de junio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) muestran que en mayo de 2025, la Patrulla Fronteriza no liberó a ningún inmigrante indocumentado en Estados Unidos, lo que representa una drástica disminución respecto de los más de 62.000 que la USBP se vio obligada a liberar a lo largo de la frontera suroeste en mayo de 2024.
El descenso de encuentros de indocumentados con los agentes fronterizos de Estados Unidos también ha sido contundente. En julio se registraron 7.832 cruces comparado con los 104.100 de hace 12 meses. El bajón comenzó en febrero, ya con Trump en la Casa Blanca. El miedo a cruzar, que sumado a la cacería de inmigrantes en el interior, en estados como California y Florida, ha frenado el ímpetu de muchos a la hora de intentar instalarse en la primera potencia mundial sin papeles.
Hace unos días, Noem volvió a sacar pecho por la cifras en la frontera, con los números de nuevo en descenso. "Se ha hecho historia, una vez más", celebró. "Las cifras no mienten: esta es la frontera más segura que jamás ha existido. El presidente Donald J. Trump no sólo gestionó la crisis, sino que la erradicó. Se acabaron las excusas. Se acabaron las liberaciones. Hemos puesto a los cárteles a la defensiva y hemos recuperado nuestra frontera".