Bárbara Cano, primeras palabras tras su separación de Bruno Gómez-Acebo: "El comienzo fue muy doloroso y difícil"

Hace algo más de un año que decidieron separar sus caminos, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos sabido que Bruno Gómez-Acebo de Borbón y Bárbara Cano ya no están juntos. Como ayer avanzamos en nuestra revista, han puesto fin a más de dos décadas de matrimonio y no habrá divorcio.
Al teléfono con ¡HOLA!, Bárbara, no oculta que, al principio, “fue doloroso y difícil”, aunque, pasado un tiempo, “lo veo todo con perspectiva”.
“Afrontar el final de un proyecto de vida de tres décadas y con tres hijos no es fácil”, nos explica, “pero lo que queda hoy es una relación cordial, basada en el respeto y en el compromiso común con los hijos”.
Bruno actualmente vive al otro lado del Atlántico, en Miami, Florida (Estados Unidos), donde trabaja como vicepresidente de la consultora financiera Boreal Capital; y viaja con frecuencia a la capital -todos los meses- para estar cerca de su familia y sus hijos: Alejandro, Guillermo y Álvaro.
Ellos son, como es lógico, su máxima prioridad en estos momentos, y viven con su madre en la casa familiar.
Una discreta pareja
Bárbara y Bruno siempre se han mantenido fuera de foco, con gran discreción. Fue en 2002 cuando, después de cinco años de relación, pasaron por el altar, en una boda celebrada en el monasterio de la Encarnación de Madrid y que contó con la presencia de la Familia Real.
Estos últimos años, sin embargo, han sido especialmente complicados para la familia Gómez-Acebo. En 2020 falleció la infanta Pilar, hermana del rey Juan Carlos, y cuatro años más tarde, despidieron a Fernando, su hijo pequeño, que nos dejó a los 49 años, y, apenas cinco meses después, Juan, el mayor, que murió a los 54.
Nuevo capítulo profesional
Bárbara también nos ha contado una feliz noticia: ha tomado un nuevo rumbo profesional, creando su propio estudio de paisajismo -que lleva su nombre-. “Era un paso que llevaba tiempo queriendo dar y decidí que este era el momento adecuado. Lo vivo como un regalo y una oportunidad para unir mi experiencia con mi pasión por el paisajismo”, nos cuenta.
Formada en Dirección de Empresas y en Marketing, como ella misma nos detalla, se especializó en “diseño de jardines privados en la Escuela de Paisajismo Castillo de Batres y, actualmente, desarrollo varios proyectos”.
Atrás queda, también, su etapa al frente de la Fundación ATIENDE, a través de la que buscaba la inclusión social de niños con trastornos del espectro autista. La organización ya no existe desde hace un año, pero destinó sus fondos a la Fundación Querer, que trabaja con niños con necesidades educativas especiales.