El líder opositor cubano Daniel Ferrer acepta el exilio forzado tras más de una década en prisión

Oct 4, 2025 - 00:00
El líder opositor cubano Daniel Ferrer acepta el exilio forzado tras más de una década en prisión

Actualizado

Sorpresa y conmoción en el seno de la oposición cubana. José Daniel Ferrer, principal líder disidente en el interior de la isla, ha conseguido enviar una carta desde la prisión de Mar Verde a sus familiares. En la misiva, hecha pública por su hermana, anuncia su deseo de aceptar el exilio a cambio de la libertad, con la intención de proteger a su familia y frustrado por la división interna de la oposición y la "complicidad" del mundo libre con la tiranía, con la excepción de Estados Unidos.

El coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y presidente del Consejo para la Transición Democrática (CTDC), convertido en símbolo de lucha inquebrantable contra la revolución castrista, ha recibido presiones para que salga de la isla durante años, procedentes de agentes revolucionarios y de intermediarios.

"He sido sometido a brutales golpizas, torturas, humillaciones, amenazas de muerte. Y otros tratos crueles inhumanos y degradantes por esbirros y otros instrumentos de la peor dictadura que ha conocido el continente americano. Mi familia también ha sido objeto de la más despiadada persecución. Todo con la intención de obligarme a abandonar mi país. O a renunciar a la lucha no violenta a favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos y el bienestar de mi patria", comenzó Ferrer su misiva, antes de desvelar que ya antes de la última detención, en abril, había decidido marchar al exilio "para poner a salvo a mi esposa e hijos".

El ensañamiento del régimen cubano contra Ferrer alcanzó su mayor grado de crueldad, que ya era muy alto, en abril, cuando fuerzas represivas se lo llevaron a golpes de su casa sólo tres meses después de obtener la libertad gracias a los acuerdos con el Vaticano y EEUU. La muerte del Papa Francisco animó a La Habana a arremeter de nuevo contra uno de sus presos favoritos: Ferrer, condenado de nuevo a cuatro años de cárcel, ya había permanecido una década entre rejas, sometidos a todo tipo de agresiones para quebrarle.

"Ante las constantes manifestaciones de la policía política para que me fuera de Cuba, terminé aceptando la salida al exilio. Esta decisión la tomé por la seguridad de mi familia y por la frustración que me produjo el confirmar al salir de prisión la desunión, el sectarismo y la falta de efectividad de la oposición dentro y fuera de Cuba. En la lucha por la libertad y el bienestar de nuestra patria", confesó el líder de la Unpacu, la principal organización social, con raíces vigorosas en Santiago de Cuba.

Ferrer también criticó con fuerza la "postura débil o cómplice del mundo libre" y destacó la posición firme de Washington, "verdaderamente solidaria con la oposición pacífica y el pueblo cubano. Si muero en este terrible lugar, solo quiero que mis hijos y mi mujer puedan emigrar a EEUU".

El disidente, un luchador indomable, insistió en su carta que "de Cuba solo salgo con mi dignidad y honor en alto y no por mucho tiempo. Sigo teniendo mucha fe en los buenos luchadores que quedan y aunque quedara un solo buen luchador, que por suerte, son muchos más, seguiría luchando hasta alcanzar la victoria o morir en el intento de ver a Cuba libre", precisó el presidente del CTDC.

Ferrer también detalló el "juego sucio" de la policía política para quebrarle, que incluye acoso, amenazas, humillaciones y fabricación de vídeos fake para anunciar el abandono de su lucha. "Vídeos y audios con la intención de mostrarnos como supuestos agentes de la tiranía. Han querido que haga declaraciones o que pida a la Embajada de EEUU y a la Iglesia Católica que inicien un diálogo (con La Habana) que conduzca a la vergonzosa negociación de otras veces, con liberación de presos políticos a cambio de levantamiento de sanciones", añadió Ferrer.

La policía castrista jugó al límite, incluso quiso imponer a Ferrer que programara como fecha para casarse con su pareja en el día de natalicio de Fidel Castro, el 13 de agosto, que la revolución celebra por todo lo alto.

"Quiero dejar bien claro que si mi vida y la de mi familia depende de que pida tales cosas, prefiero mi muerte en este campo de concentración al estilo nazi y hasta el sacrificio de mi familia", advirtió el disidente a las autoridades.

De inmediato, el CTDC salió a la palestra para apoyar a su presidente. "Hoy (por ayer) hemos sabido de esta decisión. Sabemos lo que habrá costado tomarla. Y en el CTDC pensamos que es la correcta. Tiene derecho a su propia vida y a estar con los suyos. Para el CTDC es y será siempre, donde quiera que resida, un icono y un ejemplo para todos nosotros", afirmó el Consejo de Transición en un comunicado.

"Está decisión está íntimamente ligada a los horrores de la cárcel, donde ha sido tratado como un animal, sujeto a golpizas, torturas físicas y psicológicas", detalló el CTDC, que además advirtió de las campañas de desinformación puestas en marcha por el "régimen mentiroso" de La Habana, "muy a gusto con el ecosistema de deep fakes, fakes news y posverdad".