El régimen de Asad trasladó miles de cuerpos de fosas comunes para encubrir sus crímenes

Oct 16, 2025 - 00:00
El régimen de Asad trasladó miles de cuerpos de fosas comunes para encubrir sus crímenes

Actualizado

El antiguo régimen sirio de Bashar Asad llevó a cabo una operación clandestina para trasladar miles de cadáveres desde una fosa común a otra más aislada, en un intento de encubrir sus crímenes cuando se encontraba a punto de ganar la guerra, según revela una investigación de Reuters, que ha hablado con 13 fuentes directas que participaron en el traslado de los cuerpos. La maniobra para mover los cadáveres, llamada Operación Mover Tierra, se produjo entre los años 2019 y 2021, cuando Damasco aún tenía la esperanza de poner fin al conflicto y quería lavar su imagen para deshacerse del aislamiento internacional.

Así, Asad ordenó vaciar parte de la fosa común de Qutayfah, situada a 30 kilómetros de Damasco, para trasladar los cuerpos a un territorio desértico a las afueras de la ciudad de Dumair, una región más al noroeste. Precisamente tras la insurgencia lanzada por el actual presidente interino de Siria, Ahmed Sharaa -entonces conocido por su nombre de guerra, Abu Mohamed Al Jolani- que derrocó a Asad en diciembre de 2024, se empezó a descubrir el alcance de las fosas comunes de Qutayfah.

Se cree que el régimen del ex presidente sirio empezó a enterrar a prisioneros muertos en cárceles y hospitales militares en esta fosa común en el año 2012, poco después de que empezara la guerra. Dos años después, en 2014, activistas sirios publicaron informes sobre su existencia y ubicación a las afueras de Damasco, pero más allá de las imágenes no se pudo acceder al lugar hasta el cambio de régimen.

Varios testigos informaron haber visto a oficiales del ejército transportar cadáveres en contenedores refrigerados durante la guerra civil. Uno de los testimonios -un líder religioso llamado Abdul Kadir al Sheikha- aseguró haber oficiado incluso ritos funerarios frente a las fosas comunes, con al menos un centenar de muertos. Según la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas, con sede en Países Bajos, se cree que en todo el país podría haber hasta 66 fosas comunes, creadas tanto por el régimen de Bashar Asad como de su padre, Hafez.

Una lista creciente de testimonios judiciales, de antiguos presos y de activistas opositores sobre la existencia de esta fosa, podría haber empujado a Asad a mover parte de los cadáveres para esconder el alcance de sus crímenes. La investigación de Reuters apunta que el traslado de cuerpos se desarrolló durante dos años y que, en esta nueva localización en el desierto de Dumair, podría haber hasta 34 fosas con una extensión total de dos kilómetros de largo. El relato de los testigos contrastado con expertos, sugiere que decenas de miles de personas podrían estar enterradas en esta zona. Se desconoce por el momento, si cuerpos de fosas comunes situadas en otras partes del país también fueron vaciadas en la misma operación.

Esta investigación pone en relieve las dificultades que enfrenta la nueva administración de Sharaa para poder encontrar e identificar a los más de 160.000 desaparecidos durante el régimen de Asad y el período de guerra. El conflicto que azotó el país durante más de una década destrozó por completo su economía, impidiendo financiar investigaciones para conocer más sobre los desaparecidos, así como para identificarlos, ya que actualmente el país dispone de solo un centro de análisis de ADN.

Con la escasez de recursos en Siria, incluso las fosas comunes que ya fueron descubiertas se encuentran en gran medida desprotegidas y sin excavar, expuestas a posibles robos y saqueos. "Hay una herida abierta mientras haya madres esperando encontrar las tumbas de sus hijos, esposas esperando encontrar las tumbas de sus maridos e hijos esperando encontrar las tumbas de sus padres", dijo Mohamed Reda Jehlki, director de la Comisión Nacional para las Personas Desaparecidas, en declaraciones a la emisora siria Al Watan

Tras la caída del ex presidente sirio, unos 30.000 desaparecidos fueron hallados en las cárceles del régimen, pero miles continúan desaparecidos. Las autoridades sirias han identificado ya a más de 170 cadáveres en el último año, pero conocer el alcance de estos crímenes podría llevar años.