Este planeta errante parece tener auroras; ¿cómo es posible sin una estrella?

Astrónomos del Trinity College Dublin midieron cómo las auroras afectan la atmósfera de un planeta errante, cuerpos que se distinguen por no tener una estrella madre. La actividad auroral en estos mundos resulta, cuando menos, enigmática: en la Tierra, el fenómeno ocurre porque el Sol lanza partículas cargadas que chocan con la atmósfera y el campo magnético.
El equipo usó el telescopio espacial James Webb (JWST, por su nombre en inglés) para observar a SIMP-0136, un gigante gaseoso doce veces más masivo que Júpiter y ubicado a solo 20 años luz de la Tierra. Los científicos lo estudian con especial atención porque su clasificación como cuerpo celeste sigue siendo ambigua: por su masa y composición, algunos lo consideran una enana marrón (una estrella fallida), pero su tamaño lo acerca más a la categoría de planeta errante.
SIMP-0136 (designación oficial: SIMP J013656.5+093347) emite señales variables en el espectro infrarrojo y de radio. En 2018, un equipo independiente concluyó que esa actividad solo podía explicarse mediante auroras magnéticas gigantes que se extendían sobre sus nubes, mucho más intensas que las de Júpiter. Fue la primera vez que se demostró que un cuerpo sin estrella podía generar el mismo fenómeno que ilumina las regiones polares de la Tierra.
En un reporte reciente publicado en Astronomy & Astrophysics, el grupo de Dublín analizó en detalle esas auroras con ayuda del telescopio más potente de la NASA. Descubrieron que las auroras no solo hacen “brillar” al planeta errante: también reconfiguran su clima y alteran la estructura térmica de la atmósfera.
Cada vez que ocurre una aurora, la temperatura de una capa de la estratósfera aumenta. En la Tierra sucede lo contrario: a mayor altura, menor temperatura. La investigación muestra que las olas de calor en SIMP-0136 provienen de la energía depositada por auroras mucho más intensas que cualquiera registrada en el sistema solar. Los resultados revelan que, en este mundo, las nubes de silicatos no gobiernan el clima sino los procesos magnéticos que aumentan la temperatura.
“Las diferentes longitudes de onda de la luz están relacionadas con diferentes características atmosféricas. Similar a observar los cambios de color sobre la superficie de la Tierra, los cambios en el color de SIMP-0136 son impulsados por cambios en las propiedades atmosféricas. Así que, al usar modelos de vanguardia, podríamos inferir la temperatura de la atmósfera, la composición química y la posición de las nubes”, dijo el doctor Evert Nasedkin, autor principal de la investigación, en un comunicado de la universidad.
¿Por que hay auroras si no hay estrella?
Según la evidencia disponible, los científicos tienen una idea sobre por qué hay auroras en SIMP-1036, incluso sin la presencia de una estrella madre. El cuerpo completa un giro en 2.4 horas que, sumado a su campo magnético potente, acelera electrones y iones del medio espacial que atrapa en su magnetosfera. Cuando esas partículas chocan contra la atmósfera, producen el resplandor auroral. En la Tierra, en cambio, es el Sol el que acelera las partículas subatómicas tras una eyección de masa coronal.
La ciencia tampoco descarta que SIMP-0136 oculte una luna capaz de intensificar su fenómeno magnético, un proceso similar al que ocurre en Júpiter gracias a su satélite Ío. Si se confirmara la existencia de esa luna, la condición de SIMP-0136 como planeta errante quedaría aún más clara.