Historias increíbles de supervivencia: del marinero chino que estuvo 133 días en una balsa a la deriva a la caída libre de 10.600 metros de una azafata serbia

Aug 4, 2025 - 12:00
Historias increíbles de supervivencia: del marinero chino que estuvo 133 días en una balsa a la deriva a la caída libre de 10.600 metros de una azafata serbia

En un pequeño rincón de la biblioteca pública municipal de Shanghai, una de las más grandes del mundo, con 24 pisos y cerca de 60 millones de libros, se pueden encontrar algunas obras dedicadas a increíbles historias de supervivencia. Hay una colección sobre Poon Lim, un marinero chino que sobrevivió 133 días a la deriva en el Atlántico sur.

En 1942, tres años después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Lim decidió unirse a la Armada Británica en apoyo de los aliados tras la humillación sufrida por su país durante la invasión japonesa. Abordó el buque británico SS Benlomond, que zarpó de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con destino a Paramaribo, en Suriram, con una tripulación de 54 hombres. Tres semanas después, el Benlomond fue avistado por el submarino alemán U-172, que lanzó dos torpedos, hundiendo el barco en tan sólo dos minutos. Lim se sumergió junto con la mayoría de la tripulación, pero logró salir a flote y amarrarse a una de las balsas de madera que transportaba el navío.

Recreación de la balsa en la que sobrevivió Lim durante semanas, pescando y recogiendo agua de lluvia.

Recreación de la balsa en la que sobrevivió Lim durante semanas, pescando y recogiendo agua de lluvia.E.M.

En la embarcación había algunas provisiones, incluyendo una garrafa de agua, varias latas de galletas, una linterna y bengalas. Cuando se le acabaron, Lim usó el alambre de la linterna y un poco de cuerda para fabricar un anzuelo con el que poder pescar, mientras que con las latas recogía el agua de la lluvia. Así sobrevivió hasta que tres pescadores lo rescataron tras avistarlo frente a las costas de Brasil.

Al lado de los libros sobre la proeza de Lim, también hay una obra dedicada a la historia de los seis chinos que sobrevivieron al naufragio del Titanic, hundido en el Atlántico en abril de 1912. Uno de ellos, Fang Lang, fue rescatado de las gélidas aguas mientras estaba aferrado a una puerta de madera por el único bote salvavidas que regresó en busca de posibles supervivientes. Su rescate inspiró una de las famosas escenas de la premiada película de Hollywood. Pero Fang y el resto de supervivientes chinos, pasajeros de tercera clase que iban a trabajar a Estados Unidos, no tuvieron un buen final: al llegar a Nueva York, todos ellos fueron deportados a China.

Las historias como las de Lim y Fang, personas que burlaron a la muerte tras desastres mortales, siempre enganchan al público. Hay una fascinación colectiva por los testigos vivos de grandes tragedias. Muchas películas, libros y reportajes se han dedicado a los hibakusha, como se conoce a quienes sobrevivieron a la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki. O a los supervivientes del Old Christians Club, el equipo de rugby uruguayo que iba en el avión que se estrelló en la cordillera de los Andes en 1972.

Muchos de estos supervivientes luego se dedican a recorrer el mundo impartiendo charlas de inspiración, muy demandadas siempre. Pero pocas veces se cuenta la otra cara de su historia: las cicatrices que muchos arrastran de por vida. "Un desastre traumático deja a entre el 5% y el 20% de los supervivientes con un trastorno de estrés postraumático grave, que requiere terapia intensiva", señala un estudio lanzado por la Universidad de Melbourne tras realizar decenas de entrevistas a supervivientes de desastres en Australia y en otros países.

Ramesh, el milagro del superviviente del asiento 11A del avión estrellado en India

Vishwash Kumar Ramesh, accidente aéreo, India, 2025

En un escenario apocalíptico, en medio de todo el trasiego de cadáveres calcinados que entraban al hospital civil de Ahmedabad, un hombre herido, con varios cortes y quemaduras en el rostro, el pecho y los pies, yacía sobre una cama en la sala de la unidad cuidados intensivos. De repente, unos periodistas indios se acercaron y le preguntaron si era uno de los pasajeros del avión siniestrado. "Me llamo Vishwash Kumar Ramesh, tengo 40 años e iba en el asiento 11A", respondió. Ramesh, un empresario de nacionalidad británica que lleva desde 2023 viviendo en Londres, fue el único superviviente del trágico accidente de avión en el aeropuerto indio de Ahmedabad el pasado 12 de junio en el que murieron 241 personas. La aeronave, que se encontraba volando a muy baja altitud, impactó contra la residencia de una facultad de medicina a los pocos segundos de despegar.

Ari Afrizal fue sorprendido por el gran tsunami del sudeste asiático en 2004.

Ari Afrizal fue sorprendido por el gran tsunami del sudeste asiático en 2004.AP

Ari Afrizal, tsunami océano Índico, 2004

Ari, de 21 años, estaba trabajando en una obra en construcción en Indonesia cuando un terremoto de magnitud 9,0 y el tsunami resultante lo arrastraron a él y a sus amigos al mar. Pasó dos semanas flotando sobre una cabaña de bambú, alimentándose de cocos que abría con los dientes.

El atleta Aron Ralston se tuvo que amputar para escapar de la montaña donde quedó atrapado.

El atleta Aron Ralston se tuvo que amputar para escapar de la montaña donde quedó atrapado.E.M.

Aron Ralston, atrapado en una roca, EEUU, 2003

En abril de 2003, el atleta Aron Ralston, de 27 años, escalaba en el cañón Blue John de Utah cuando una roca de 363 kilogramos le cayó encima, aplastándole la mano derecha y atrapándolo. Tras intentar sin éxito desprender parte de la roca con su navaja multiusos, Ralston intentó usar una polea con su cuerda de escalada para tirar de la roca. Tampoco funcionó. Finalmente, tras seis días atrapado, se dio cuenta de que la única salida era amputarse el brazo aplastado. Su historia inspiró una película protagonizada por James Franco.

Brad Cavanagh y Deborah Scaling-Kiley en la única foto tomada desde el barco de rescate.

Brad Cavanagh y Deborah Scaling-Kiley en la única foto tomada desde el barco de rescate.E.M.

Brad Cavanagh y Deborah Scaling, ataque de tiburón, EEUU, 1982

En octubre de 1982, Brad Cavanagh se subió a un velero que pretendía llegar hasta Florida. En el trayecto, la embarcación se topó con un huracán y volcó. La sangre de las heridas de uno de los tripulantes atrajo a los tiburones. Cuatro personas fueron devoradas mientras flotaban en el agua. Cavanagh y una mujer, Deborah Scaling, lograron subirse a un bote salvavidas y pasaron cinco días a la deriva hasta que fueron rescatados por un carguero ruso.

La azafata Vesna Vulovic fue la única superviviente de un avión yugoslavo que se estrelló en enero de 1972.

La azafata Vesna Vulovic fue la única superviviente de un avión yugoslavo que se estrelló en enero de 1972.AP

Vesna Vulovic, accidente aéreo, República Checa, 1972

Vesna Vulovic, azafata serbia de 22 años, pasó a la historia por sobrevivir a la caída más larga de un avión. El 26 de enero de 1972, Vulovic despegó de Copenhague en un vuelo de Yugoslav Airlines a Belgrado. Mientras el avión volaba sobre lo que ahora es la República Checa, explotó repentinamente. Los rescatistas encontraron a Vulovic atrapada en el fuselaje. Pasó los siguientes tres días en coma con una fractura de cráneo, tres vértebras rotas y otras lesiones, pero sobrevivió. Oficialmente, Vulovic había caído más de 33.000 pies (10.600 metros) y fue reconocida por el Guinness World Records.

Juliane Koepcke fue la única superviviente de un avión que cayó en Perú en 1971.

Juliane Koepcke fue la única superviviente de un avión que cayó en Perú en 1971.E.M.

Juliane Koepcke, accidente aéreo, Perú, 1971

En la Nochebuena de 1971, la alemana Juliane Koepcke, de 17 años, sobrevolaba la selva peruana junto a su madre cuando su avión fue alcanzado por un rayo. La aeronave cayó desde una altura de 3.000 metros. Ella fue la única superviviente. Sola, herida y sin comida, caminó por la selva durante nueve días hasta que fue encontrada por un grupo de madereros peruanos. "Mientras caía del avión, por mi cabeza pasó un pensamiento muy fugaz: los árboles de la densa selva peruana parecían cabezas de brócoli", llegó a contar tras el accidente.