Londres y París estrenan el pacto para frenar la migración ilegal

Aug 7, 2025 - 12:00
Londres y París estrenan el pacto para frenar la migración ilegal

Actualizado

Los migrantes y solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha en barcas neumáticas u otro tipo de pateras desde las costas francesas se arriesgan a ser detenidos a su llegada a Reino Unido y entregados días después a Francia bajo el nuevo acuerdo migratorio alcanzado por ambos países, que se estrena esta semana. El mecanismo pactado del "uno dentro, uno fuera" facilitará la "transferencia legal" entre Londres y París de adultos y menores acompañados, en situación irregular, en términos de reciprocidad y con los gastos de los traslados en las dos direcciones a cargo del Reino Unido.

El pacto admite la intervención indirecta de los socios comunitarios para impedir el retorno a Francia de individuos cuya readmisión en la UE se considere un riesgo para sus intereses nacionales. Esta opción beneficia en particular a España, Italia, Grecia, Malta y Chipre, entre otros estados en la frontera externa del espacio Schengen, que temen que los deportados en el marco del nuevo convenio instigado por el Gobierno del primer ministro, Keir Starmer, acaben ubicados de vuelta en sus propios territorios. No en vano el reglamento de Dublín, de 1990, establece, entre otros criterios, que un refugiado ha de solicitar asilo en el primer país de entrada a la UE.

Por tanto, el visto bueno del club de Bruselas al acuerdo bilateral migratorio conlleva una serie de condiciones legales y económicas. Ya en su fase inicial de rodaje, y con el marcado objetivo de "probar procedimientos eficaces y rápidos para la identificación y el retorno seguro y ordenado de las personas que lleguen al Reino Unido en travesías peligrosas en embarcaciones pequeñas", Francia se adjudica el derecho a vetar la readmisión de los que representen "una amenaza para el orden público, la seguridad nacional o la salud pública". Además, París podrá negarse a aplicar el pacto de reciprocidad siempre que ello vaya en detrimento de las "relaciones internacionales de cualquiera de los Estados Schengen" o cuando salte la alarma en los sistemas informáticos de la UE.

Por el contrario, las autoridades francesas no podrán oponerse al retorno de un individuo bajo la sospecha o certeza de que habría viajado por países de la UE antes de embarcarse en una fuera borda con destino a Inglaterra. A su vez, Londres ha de registrar la propuesta de entrega en un plazo máximo de 14 días desde la llegada del irregular a Inglaterra. Francia dispone de un límite de 28 días para confirmar el visto bueno a la repatriación y la ausencia de una respuesta en el plazo establecido se interpretará como una negativa. Los menores que viajan sin padres sin ningún guardián adulto quedan excluidos del procedimiento de intercambio, que estará vigente hasta junio de 2026, con posibilidades de renovación.

La ministra británica del Interior, Yvette Cooper, que rubricó el acuerdo con su homólogo francés, Bruno Retailleau, la semana pasada, no quiso dar cifras del número de intercambios de refugiados proyectados por ambos gobiernos. Medios londinenses hablan de unos 50 por semana en la fase inicial del mecanismo del "uno dentro, uno fuera", con el que se pretende disuadir las travesías irregulares por el muy transitado estrecho europeo.

Un grupo de personas presuntamente migrantes es trasladado a Dover.

Un grupo de personas presuntamente migrantes es trasladado a Dover.Gareth FullerGetty Images

Más de 25.400 personas se han detectado en esta temeraria ruta marítima en dirección a Reino Unido en el primer semestre de 2025, la cifra más elevada desde que se recoge este tipo de estadísticas. Representa un incremento del 44% respecto al año anterior y en torno al 70% en el mismo intervalo de tiempo en 2023. Aun así, la inmigración irregular representa menos del 5% del total de migrantes netos que se asientan en el Reino Unido anualmente.

La inmigración es la segunda cuestión que más preocupa a los británicos en la actualidad, por encima de la sanidad pública, pero a larga distancia del coste de la vida. Los datos, según los sondeos, apuntan a una escalada del 30% al 48% en el último año de los que se sienten inquietos por el nivel de inmigrantes en la comunidad. El asunto es, además, el campo de batalla de los partidos de derechas contra la estrategia y la gestión de Starmer, que ha prometido "aplastar las bandas" de traficantes y transportistas de migrantes, pero botes abarrotados de extranjeros continúan arribando a las costas del sur de Inglaterra.

Nigel Farage, líder de Reform, la formación antiinmigración que encabeza los sondeos de intención de voto, trata de asociar la delincuencia con solicitantes de asilo de países predominantemente musulmanes. El veterano euroescéptico, que ganó su primer escaño en el Parlamento de Westminster en las generales de 2024, hace campaña este verano bajo el lema "Britain is Lawless" (No hay ley en Reino Unido, en su traducción literal, o el "Reino Unido está fuera de control", en su más amplia interpretación), secunda acciones de protesta frente a establecimientos hoteleros que alojan extranjeros mientras aguardan la tramitación del permiso de residencia y acusa a la Policía de complicidad con activistas antirracistas.

El Partido Conservador perdió dos tercios de diputados en las misma elecciones -ocupa 121 de los 650 escaños en la Cámara de los Comunes- en la ola de frustración del electorado ante la montaña de promesas incumplidas, en particular en el control de las fronteras nacionales. El anterior responsable 'tory' de inmigración y actual portavoz de Justicia, Robert Jenrick, denuncia, sin aportar datos concretos, el "creciente volumen de pruebas del grave vínculo entre migración ilegal, migración en general y crimen". Los brotes de violencia que se están registrando delante de hoteles de refugiados en recientes semanas se relacionan en algunas instancias con procesos judiciales abiertos contra inmigrantes sospechosos de agresión sexual.