Un nuevo hallazgo en las burbujas de Fermi podría confirmar una erupción en el centro de la Vía Láctea inquietantemente reciente

Aug 11, 2025 - 00:00
Un nuevo hallazgo en las burbujas de Fermi podría confirmar una erupción en el centro de la Vía Láctea inquietantemente reciente

Científicos han registrado un hallazgo que podría confirmar una erupción inquietantemente reciente en el centro de la Vía Láctea. Se trata del descubrimiento de once nubes de hidrógeno neutro, aparentemente atrapadas en el viento nuclear que impulsan las misteriosas estructuras conocidas como las burbujas de Fermi.

Las burbujas de Fermi son estas dos gigantescas estructuras con forma de lóbulos que se extienden unos 25,000 años luz por encima y por debajo del plano de la Vía Láctea. Fueron descubiertas apenas en 2010 con datos recogidos por el telescopio espacial de rayos gamma Fermi. Se cree que las “burbujas” son el resultado de una liberación masiva de energía desde el núcleo galáctico, posiblemente causada por un estallido de formación estelar intensa o por alguna actividad del agujero negro supermasivo Sagitario A*.


Concepto de una galaxia dentro de una burbuja.
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En lo que respecta a las nubes de hidrógeno neutro en el interior de las burbujas de Fermi, estas fueron detectadas mediante observaciones extremadamente sensibles con el telescopio de Green Bank, específicamente en un campo ubicado detrás de la burbuja norte de Fermi. Algunas nubes presentan gradientes de velocidad internos notables, lo que sugiere estructuras físicamente coherentes.

Lo verdaderamente llamativo es que estas nubes, con una temperatura estimada cercana a los 10,000 grados Kelvin, coexisten en medio de un entorno extremadamente caliente, el cual supera el millón de grados Kelvin, algo que no debería ser posible. Esta disparidad térmica es tan extrema que los investigadores comparan su presencia con:

“Cubos de hielo dentro de un volcán”

"Es como si se cayera un cubo de hielo en agua hirviendo: uno pequeño se derrite rápidamente, pero uno más grande dura más, incluso mientras se disuelve", explicó el autor principal del estudio, Rongmon Bordoloi, profesor del Departamento de Física de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. "Creemos que estas nubes podrían ser restos de estructuras mucho más grandes que actualmente están siendo erosionadas por el viento galáctico".

Según modelos, en un entorno tan violento, las nubes frías deberían evaporarse o desintegrarse en apenas unos pocos millones de años. Su supervivencia, entonces, indica que las burbujas de Fermi son mucho más jóvenes de lo que se creía, con una edad estimada en torno a un millón de años, lo cual evidencia una “erupción masiva” al centro de la Vía Láctea sorprendentemente reciente. “Estas nubes no existían cuando los dinosaurios vagaban por la Tierra”, dijo Bordoloi. "En escalas de tiempo cósmicas, un millón de años es un abrir y cerrar de ojos".

“Lo que hace que este descubrimiento sea aún más notable es su sinergia con las observaciones ultravioleta del telescopio espacial Hubble (HST)”, añadió Bordoloi. “Las nubes se encuentran a lo largo de una línea de visión previamente observada con el HST, que detectó gas multifásico altamente ionizado, con temperaturas que oscilan entre un millón y 100,000 Kelvin, que es lo que se esperaría ver si un gas frío se está evaporando”.

Asimismo, la velocidad de estas nubes —alrededor de un millón de kilómetros por hora— refuerza que su aparición es reciente y dinámicamente impulsada por el viento nuclear que expulsa material desde el centro galáctico. Como explica Jay Lockman, coautor del estudio, “así como no se puede ver el movimiento del viento en la Tierra a menos que haya nubes que lo sigan, no podemos ver el viento caliente de la Vía Láctea, pero sí podemos detectar la emisión de radio de las nubes frías que transporta”.

Este descubrimiento, publicado en julio en la revista académica The Astrophysical Journal Letters, representa un desafío significativo a la comprensión vigente sobre cómo el gas frío puede sobrevivir en condiciones galácticas extremas, así como las condiciones recientes al centro de nuestra Vía Láctea. Queda investigar si esta actividad está vinculada de alguna forma con Sagitario A* o con algún otro fenómeno.