Miles de manifestantes israelíes exigen en Tel Aviv una comisión estatal que investigue los fallos que permitieron el ataque de Hamas del 7 de octubre del 2023
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Una caricatura en el diario israelí "Yediot Ajaronot" refleja la indignación expresada en la manifestación celebrada este sábado en Tel Aviv por la decisión del Gobierno de crear una comisión no estatal para investigar el fracaso generalizado que permitió el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023. Con un avión estrellado como fondo, el dibujo muestra al piloto (el primer ministro Benjamín Netanyahu) pidiendo a otro miembro de la tripulación (el ministro de Justicia Yariv Levin) la formación de una comisión "que investigue quién de los pasajeros es culpable".
Después de que el Gobierno anunciase esta semana que formará una comisión "independiente" para investigar a todos en la esfera política y de seguridad, la oposición denuncia que se trata de un "intento de encubrir" a los responsables políticos que no evitaron la consolidación armada de Hamas en la Franja de Gaza o ignoraron las alertas sobre su plan de ataque o sobre la fragilidad interna y el daño a la seguridad nacional a raíz de la iniciativa del ejecutivo a principios del 2023 para debilitar el estamento judicial.
"No es lógico que quien debe ser investigado sea el que nombre a los investigadores y quien diga lo que hay que investigar", dice el israelí Abraham Dominitz a EL MUNDO en la Plaza Habima de Tel Aviv en una de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos dos años (varias decenas de miles) sobre un asunto que adquiere más protagonismo y urgencia tras el acuerdo de tregua vigente hace más de un mes aunque ahora está cerca de su ruptura.
En la manifestación, lamentaron que Netanyahu evite una comisión de investigación estatal y no asume la responsabilidad de los fallos que precedieron el 7-O recordando que los jefes del ejército, Herzi Halevi y del servicio de seguridad general (Shabak), Ronen Bar, dimitieron hace meses admitiendo su significativa cuota de culpa en la cadena de errores que aprovechó Hamas para lanzar el mayor ataque en la historia de Israel con 1.200 muertos y 251 secuestrados en una jornada.
Todos los líderes de la oposición hicieron acto de presencia en el acto en el centro de Tel Aviv incluyendo por primera vez al primer ministro, Naftali Bennett. Según los sondeos, este dirigente conservador es el principal rival de Netanyahu en los comicios previstos en 2026.
El organizador de la manifestación, el llamado "Consejo de Octubre" que representa a numerosas familias de víctimas, exige "una comisión estatal e independiente sin ningún color político en el que todos empezando por el primer ministro y su gobierno rindan cuentas". Y destaca que las encuestas muestran un apoyo mayoritario en Israel a su demanda incluyendo a electores de Netanyahu. Uno de sus principales dirigentes, Rafi Ben Shitrit, cuyo hijo soldado murió en el ataque del 7-0, fue rotundo: "El Gobierno fracasó en su misión más importante, defender a sus niños, a sus ciudadanos (...).Este enorme fracaso debe ser investigado hasta el final por una comisión estatal de investigación verdadera y con autoridades amplias. Exigimos una comisión que investigue todo desde la raíz. No colaboraremos con una comisión de investigación política, ridícula, patética y no legítima".
Israel ha creado 20 comisiones de investigación (16 a cargo del Gobierno sean o no estatales y 4 del Parlamento) desde que la Knésset aprobara una ley al respecto en 1968. En una comisión estatal, el presidente del Tribunal Supremo (TS) es el encargado de nombrar a sus integrantes. El Gobierno se niega alegando falta de confianza de amplios sectores en la derecha en el TS y sobre todo su actual presidente Isaac Amit al que incluso algunos ministros como el de Justicia ni siquiera reconocen. Y promete una comisión pactada con la oposición con "plenos poderes de investigación y su composición reflejará, en la medida de lo posible, el amplio consenso público".
Netanyahu, detractor del estamento judicial
Esta semana, Netanyahu nombró a nueve ministros para que decidan en los próximos 45 días el mandato a dar a la comisión de investigación. Poco después y tras la presentación de varios recursos, el TS solicitó al Gobierno argumentos sólidos que justifiquen por qué no crea una comisión estatal. Más allá de la naturaleza y composición de la comisión, Netanyahu se negó en los últimos dos años asegurando que podría afectar la "guerra de los sietes frentes", iniciada tras el ataque de Hamas, que tuvo como epicentro la masiva ofensiva que devastó la Franja de Gaza.
De ser un gran defensor del estamento judicial, Netanyahu se ha convertido en uno de sus principales detractores a raíz de las investigaciones y el juicio por supuesta corrupción. Así se sumó a numerosos políticos y periodistas en la derecha que desde hace tiempo acusan al TS de "intervencionista" y "izquierdista". Por otro lado, Netanyahu pidió comisiones de investigación estatal desde la oposición pero en el poder se opone. Así, como jefe de la oposición, el líder del Likud exigió una comisión de investigación estatal sobre la llamada Segunda Guerra del Líbano (2006) y sobre el supuesto caso de espionaje de políticos, alcaldes, funcionarios y activistas en Israel a través de Pegasus (2022).
El ejército y Shabak- las dos principales organizaciones de seguridad vinculadas al fracaso del 7-O- realizaron investigaciones internas para intentar explicar los fallos en la alerta del ataque yihadista y posteriormente defensa de decenas de localidades y bases en dicha jornada. Pero saben que no es suficiente al ser internas y no incluir todos los elementos incluyendo los civiles. Es decir, los gobernantes en la última década.
La investigación sobre el papel del Gobierno se centraría en el error estratégico, compartido por la cúpula militar, de permitir la ayuda catarí a la Franja de Gaza o la entrada de 20.000 empleados gazatíes a Israel para lograr calma pese al riesgo que gran parte de los millones de dólares acabarían en túneles y armas de Hamas. Netanyahu dijo hace unos años que lo hacía para evitar una crisis humanitaria en Gaza tras el cese de la ayuda del presidente palestino Abu Mazen en 2018 al enclave bajo control de su rival interno. Con todo, no es ningún secreto que así también lograba debilitar a la Autoridad Palestina y, con la división palestina, neutralizar cualquier intento de negociar un acuerdo basado en la solución de dos Estados.
Aunque las dimensiones y circunstancias son muy diferentes, muchos comparan el trauma y sorpresa del 7 de octubre del 2023 con el del 6 de octubre de 1973 cuando Egipto y Siria sorprendieron a Israel con un ataque que desató la "Guerra de Kipur". A mediados de noviembre de ese año y tras el alto el fuego, Israel creó la comisión estatal para investigar dos grandes aspectos. Por un lado, "los días previos a la guerra, los pasos del enemigo y sus intenciones de iniciar la guerra y las estimaciones y decisiones de autoridades militares y civiles autorizadas. Por otro lado , "la preparación general del Tsahal (ejército) para la guerra en general y su alerta en los días previos a la guerra de Kipur y sus acciones para frenar al enemigo".
La comisión encabezada por el juez Shimon Agranat exculpó a la primera ministra Golda Meir, y responsabilizó del fracaso al ejército. En especial, al jefe de la Inteligencia militar, Eli Zeira, que este viernes murió a los 97 años.