Se niega a hacerse una prueba de alcoholemia en el trabajo y es despedida: la empresa tuvo que pagarle 35.768 euros de indemnización


Una comida de trabajo en Sídney (Australia) ha terminado en una indemnización de 63.500 dólares (unos 35.768 euros) para Chantelle Tamati, extrabajadora de la empresa de transporte Multiquip, después de que la Fair Work Commission (FWC) australiana determinara que su despido fue injustificado. Tamati se negó a realizar una prueba de alcoholemia tras un almuerzo con compañeros, y esta decisión derivó en su salida de la compañía.
Según han informado desde News.com.au, el caso empezó con un almuerzo de cuatro horas en un local licenciado del oeste de Sídney. Tres empleados de Multiquip compartieron mesa y, al regresar a la oficina, uno de ellos empezó a comportarse de una manera que sus empleadores describen como “disruptiva” y procedió a llamar al director. Se le exigió entonces que se realizase un a prueba de alcoholemia y, tras negarse, renunció. La dirección de la empresa exigió entonces también que los otros dos empleados presentes en la comida - Chantelle y un tercero - se sometiesen a pruebas tanto de alcohol como de drogas, y fueron convocados individualmente a una sala de conferencias, donde esperaban el responsable de recursos humanos y el gerente de cumplimiento nacional, quienes le comunicaron que debía realizarse el test.
En la sala de conferencias, Chantelle contó que solo había tomado “una pizza de ajo, una bebida alcohólica” - un whiskey Jim Beam con cola - “y un agua con gas”. Se negó, por tanto, a realizar el test de alcohol, y según el responsable de recursos humanos, dijo que se sentía “señalada por asociación”. “Pronto sentí que la ‘charla rápida se estaba convirtiendo en un interrogatorio hacia mí, así que pregunté: ‘¿En base a qué me estáis pidiendo que me haga este test?’”, declaró la extrabajadora a la FWC. “Sentí que estaban atacando mi carácter e integridad de manera injusta y bajo pretextos falsos”.
La política interna de Multiquip permitía realizar controles aleatorios de alcohol, así como pruebas a personas sospechosas de haber bebido. No obstante, la FWC recogió que, en este caso, los motivos no resultaban claros, aunque el director nacional de cumplimiento afirmó haber percibido que Tamati estaba “actuando de forma inusual” después de la comida.
Chantelle fue informada de que negar la prueba le supondría una suspensión con sueldo y la citación a una reunión formal. Finalmente, cuatro días después, fue despedida en una reunión disciplinaria por “falta graves” al rechazar la prueba. El vicepresidente adjunto de la FWC, Tony Slevin, comentó: “No estoy convencido de que dar la orden de hacerse la prueba fuera razonable y legal”. Y agregó: “Si la instrucción hubiese seguido la política empresarial, habría sido razonable y legal. Pero mi análisis de las pruebas indica que los motivos de la petición del test no le quedaron claros a Tamati”.
Slevin resaltó que acudir a almuerzos en locales autorizados era algo habitual en la dinámica de Multiquip, firma que emplea a más de 1.300 personas y trabaja en el transporte para la industria avícola en Australia, subrayando además que “el tamaño del empleador genera la expectativa de que los procesos que conducen a un despido sean exhaustivos y conformes con las políticas de la empresa”.
Las actas del proceso recogieron que Tamati permaneció sin trabajo cuatro semanas tras el despido. Su nuevo puesto le reporta un salario anual 27.000 dólares menor que el que percibía en Multiquip. La FWC decidió que la readmisión no era adecuada y dictó el pago de una indemnización de 63.500 dólares.