Un líder de la oposición en Israel propone un Gobierno de unidad para asegurar la vuelta de los secuestrados

Aug 25, 2025 - 00:00
Un líder de la oposición en Israel propone un Gobierno de unidad para asegurar la vuelta de los secuestrados

Actualizado

En vertiginosa caída libre en los sondeos y reivindicando su conocido eslogan "Israel por encima de todo", el líder del partido centrista Azul y Blanco, Benny Gantz, ha propuesto la creación de un Gobierno de unidad de seis meses con dos grandes objetivos: salvar a los 50 secuestrados en manos de Hamas y Yihad Islámica en la Franja de Gaza y resolver la cuestión en torno al reclutamiento de los jóvenes ultraortodoxos.

La respuesta en la coalición y oposición oscila entre el rechazo y la indiferencia en un país que, como en Gaza, está en vilo a la espera del camino que tome el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Por un lado, la ofensiva para tomar el control de la ciudad de Gaza y, como proclama, acabar con "los últimos bastiones terroristas de Hamas para que no haya otro ataque como el del 7 de octubre del 2023" pese a la oposición internacional y críticas internas por todo lo que ello supone para la vida de los secuestrados, soldados y gazatíes. Por otro lado, un acuerdo de tregua que podría incumplir su promesa de acabar con Hamas y desintegrar su Gobierno. La propuesta que se encuentra hoy en la mesa de la negociación -aceptada por Hamas tras rechazarla hace un mes- establece 60 días de calma, la negociación por una tregua permanente, la retirada israelí del enclave palestino y la excarcelación de presos palestinos que cumplen cadena perpetua a cambio de la entrega de 28 rehenes (10 de ellos vivos).

La oferta de Gantz, que busca neutralizar la oposición de los dos partidos ultranacionalistas en el Gobierno a una tregua para la vuelta de los rehenes, ha sido dirigida a Netanyahu y a dos líderes de la oposición, el centrista Yair Lapid (segunda fuerza del Parlamento tras el Likud) y el derechista liberal Avigdor Lieberman.

"Hago un llamamiento a Netanyahu, Lapid y Lieberman: ha llegado el momento de un Gobierno de salvación de los secuestrados que apoye a los que sirven (ejército) y con un periodo marcado. En seis meses, completaremos estas dos tareas y convocaremos a elecciones", declaró Gantz que, a principios de junio del 2024, salió del Gobierno de emergencia creado el 11 de octubre del 2023 a raíz del ataque yihadista en el sur de Israel.

El que fuera jefe del Ejército y ministro de Defensa recordó a su madre, una superviviente del Holocausto. "49 hombres y una mujer secuestrados se encuentran en los túneles de Hamás. Muertos de hambre, torturados, muselmanim (término usado en los campos de concentración nazis que describe mezcla de emaciación y agotamiento). Mi madre Malka fue liberada de Bergen-Belsen con 29 kilos de peso. Era huérfana en un país cuyos padres fueron asesinados", contó para añadir que su madre le enseñó que "la vida es sagrada y que la función de nuestro Estado es en primer lugar salvar la vida de los judíos y de todos los ciudadanos. Hoy cada uno de los secuestrados se encuentra en peligro mortal".

Netanyahu no ha contestado aunque algunos de sus portavoces oficiosos en los medios aclaran que se trata de una propuesta sin mucho sentido de alguien que tiene 8 escaños. A diferencia de lo ocurrido en las dos grandes situaciones de emergencia en los últimos cinco años (coronavirus y el ataque de Hamas del 7-O), Netanyahu no necesita hoy a Gantz. De hecho, tiene mayoría para aprobar un acuerdo de tregua aunque conlleve el riesgo a la caída de su Gobierno y el adelanto de unos comicios previstos en octubre del 2026.

Mientras, el ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir avisa que, con Gantz, es imposible doblegar a Hamas. En el Likud aplauden su gesto pero le invitan a sumarse a la coalición sin que se vayan sus otros aliados.

Lieberman, por su parte, ha definido la rueda de prensa de Gantz como "espectáculo lamentable". "Vi alguien cansado, asustado y que pide arrastrarse a la coalición", ha denunciado.

"Gantz, que es amigo mío, aún no ha entendido que uno no se puede fiar ni una palabra de lo que dice Netanyahu. A Netanyahu, que no quiere separarse de los radicales en su coalición, hay que sacarle del Gobierno y no sumarse a él", ha apuntado Ram Ben Barak, diputado de Yesh Atid de Lapid, que reitera la oferta de "una red de seguridad al Gobierno por si lo necesita para la vuelta de los secuestrados".

Para muchos analistas israelíes, que no dudan del "patriotismo" de Gantz pero tampoco de su escasa habilidad política, lo ven como un intento de volver a erigirse como "unificador" en un país dividido y frenar la caída de su partido, que en las últimas semana perdió a importantes figuras, como Gadi Ezenkot.

Si tras sumarse al gabinete de emergencia tras el 7-O Gantz alcanzó casi los 40 escaños en los sondeos, hoy no llega a los cuatro necesarios para estar en el Parlamento. En el centro-izquierda le acusan de haber "salvado" a Netanyahu en dos ocasiones y piden que no se presente a las próximas elecciones

Protestas a favor de una tregua

Familias de secuestrados y activistas en su apoyo han participado este domingo en varias protestas para exigir al Gobierno que acepte el acuerdo de alto el fuego para la vuelta de los rehenes. Algunos de ellos se manifestaron ante las casas del jefe negociador y hombre de confianza de Netanyahu, Ron Dermer, y del ministro de Defensa, Israel Katz.

El Foro de Familias de Secuestrados y Desaparecidos, que representa a la mayoría de éstas, ha llamado a una masiva protesta en todo el país este martes intentando emular el éxito de la convocatoria del pasado domingo para elevar la presión. Entonces, decenas de actos de protestas y apoyo a los secuestrados desembocaron en una multitudinaria manifestación con varios cientos de miles de participantes en Tel Aviv.

"Nos manifestamos porque queremos mostrar solidaridad con nuestros hermanos, los secuestrados", dice Avishai Adri, que se manifiesta con frecuencia. "Por desgracia, tenemos un Gobierno malo, sin mayoría en el pueblo, que abandona a los secuestrados y a nuestro país. Debemos garantizar que Israel vuelva a su carril correcto. Y para ello, lo primero que debemos hacer es devolver a los rehenes", añade este israelí de Haifa a EL MUNDO denunciando que la operación anunciada en la ciudad de Gaza es "política e innecesaria".

Una operación aérea y terrestre que de momento se limita a las afueras de la principal ciudad del devastado enclave palestino.