"Francia tendrá un nuevo primer ministro en 48 horas", asegura Lecornu

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Sébastien Lecornu ha anunciado este miércoles que su misión está "cumplida" y el presidente Macron nombrará un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas con la misión urgente de aprobar el presupuesto. "Creo que hay una salida", declaró Lecornu, dos días después de su dimisión al saltar por los aires la coalición de centroderecha.
Lecornu confirmó que Macron no convocará elecciones anticipadas, como reclaman tanto la extrema derecha como la extrema izquierda. "La mayoría de la Asamblea Nacional rechaza la disolución de la cámara porque ve claramente que no es una solución", declaró el primer ministro. "Hay varios grupos dispuestos a aprobar un presupuesto común".
Lecornu se entrevistó a última hora de la tarde con Emmanuel Macron para comunicarle el estado de las negociaciones y apareció poco después ante las cámaras de France 2 para explicar la situación y confirmar que no volverá a ser primer ministro: "Acepté trabajar 48 horas en condiciones difíciles y mi misión está cumplida.
El palacio del Elíseo confirmó entre tanto que el presidente, que ha mantenido un silencio total durante la crisis, no tenía intención de comparecer ante la opinión pública, aunque podría hacerlo a lo largo de la semana, antes o después de la designación del que sería su cuarto primer ministro en 13 meses.
Lecornu dio a entender entre tanto que sus contactos con las fuerzas de centroderecha ha servido para crear un consenso ante el nuevo presupuesto, rebajando prácticamente a la mitad el recorte del déficit público anunciado por su predecesor, François Bayrou, antes de su propia dimisión.
"Todo el mundo está de acuerdo en que el objetivo es mantener el déficit público entre el 4,7% y el 5%.", declaró Lecornu. "Esto es clave no solo para mantener la credibilidad de Francia en el extranjero, sino para mantener simplemente nuestra capacidad para pedir préstamos".
Lecornu aseguró haber dedicado las últimas horas a saber "qué condiciones están pidiendo y están dispuestos a hacer los otros partidos para garantizar la estabilidad". Los líderes de Agrupación Nacional, Marine Le Pen y Jordan Bardella, rehusaron sin embargo mantener un encuentro en Matignon y reclamaron directamente elecciones anticipadas. El Partido Socialista se sigue postulando como alternativa en un gobierno de centroizquierda, mientras el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, vio entre tanto rechazada por la mesa de la Asamblea Nacional su moción pidiendo la destitución de Macron.
La propuesta de una renuncia a la reforma de pensiones, una solución sugerida a última hora por la ex primera ministra Elisabeth Borne como medida in extremis para salir de la crisis política, generó también una intensa polémica y ha provocado la reacción fulgurante en contra del líder de Los Republicanos y ministro de Interior dimisionario, Bruno Retailleau, el hombre que rompió la baraja el lunes y cuyo papel vuelve a ser clave.
El presidente Macron mantuvo de hecho una conversación telefónica con el líder de Los Republicanos y ministro de Interior saliente, Bruno Retailleau, que el lunes hizo saltar por los aires el acuerdo previo para una nueva coalición de Gobierno de centroderecha.
Retailleau hizo saber al presidente que su partido no aceptaría un primer ministro "ni socialista, ni macronista" en este punto de las negociaciones. El líder de la derecha tradicional mostró también su oposición a la reforma de las pensiones (y la subida de la edad de jubilación de 62 a 64 años) que llegó a estar presente en las negociaciones de Lecornu con el Partido Socialista. "Deshacer la reforma bajo la presión de la calles sentaría un precedente peligroso", argumentó Retailleau.
Marine Le Pen criticó por su parte "el desesperante espectáculo que ofrecen los juegos partidistas" y afirmó estar decidida a "censurar a todos los gobiernos hasta la disolución de la Asamblea Nacional". "La broma ha ido demasiado lejos", advirtió la líder de Agrupación Nacional. "Las noticias de las últimas horas son de una mediocridad insondable, por lo que revelan del estado del país y la falta de visión de los que ostentan el poder. Ha llegado el momento de poner el destino de Francia en manos de los votantes".
"Vamos a boicotear todos y cada uno de los gobiernos que persistan en las políticas de Emmanuel Macron", anticipó por su parte la portavoz de La Francia Insumisa Mathilde Panot. El partido de Jean-Luc Mélenchon fracasó entre tanto en su intención de impulsar una moción de destitución de Emmanuel Macron, rechazada el miércoles por la Mesa de Asamblea Nacional pese a contar con el apoyo inicial de un centenar de diputados.