El Cártel de los Soles: la excusa de Trump para desafiar al régimen de Maduro

Aug 29, 2025 - 00:00
El Cártel de los Soles: la excusa de Trump para desafiar al régimen de Maduro

Actualizado

El líder chavista Nicolás Maduro lidera el Cártel de los Soles junto a otros altos funcionarios, según la acusación del Gobierno de Trump, que tacha este grupo de "terrorista" y lo señala de "brindar apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras que amenazan la paz y la seguridad de Estados Unidos", en particular la banda venezolana Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, de México.

No obstante, es una incógnita si el Cártel de los Soles es realmente una banda dedicada al narcotráfico o más bien una organización corrupta a nivel estatal que involucra a altos mandos militares del país sudamericano, quienes harían la vista gorda para el traslado de la droga a Estados Unidos y Europa a cambio de réditos económicos.

El think tank InSight Crime ha intentado despejar la duda sobre si la Administración Trump está en lo cierto y Maduro está involucrado en una trama de narcotráfico internacional o si, simplemente, lidera un grupo corrupto en su país que beneficia a bandas internacionales de tráfico de estupefacientes.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó el pasado 25 de julio al Cártel de los Soles y lo vinculó con las citadas bandas criminales por utilizar el narcotráfico como un "arma" contra Estados Unidos a través del flujo de narcóticos ilegales. Así, considera que Maduro encabeza el Cártel de los Soles, aunque no especifica de qué forma se beneficia el mandatario, al que acusa de facilitar el "narcoterrorismo".

Con sede en Venezuela, de acuerdo a Washington, el Cártel de los Soles "corrompió las instituciones de Gobierno, incluidas partes del ejército, el aparato de Inteligencia, la legislatura y el poder judicial, para ayudar en los esfuerzos del cártel de traficar narcóticos a Estados Unidos".

Concretamente, el nombre del cártel surgió en 1993 tras conocerse varias denuncias contra generales de la Guardia Nacional que supuestamente participaban en el narcotráfico. La designación tiene su origen en las insignias del sol que suelen aparecer en los uniformes de los oficiales militares venezolanos. Los generales se distinguen con un sol dorado en sus presillas militares, que aumenta en número a medida que sube el rango.

InSight Crime precisa que "más que una organización jerárquica con Maduro al mando de las operaciones de tráfico de drogas, el Cártel de los Soles se asemeja más a una red de corrupción en la que funcionarios militares y políticos se benefician de los acuerdos establecidos con narcotraficantes".

En ese sentido, señala que, si bien los funcionarios no participan directamente en los envíos de droga, "en algunos casos se han utilizado vehículos militares para transportar cargamentos", de modo que estos trabajadores del Estado "han usado su rol institucional para proteger a los traficantes de posibles arrestos y asegurar el paso de cargamentos por determinados territorios".

De este modo, Maduro y otros altos funcionarios permitirían este tipo de corrupción para mantener la lealtad de los rangos inferiores. Por ello, la Administración Trump ha elevado a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a su captura, mientras que también ofrece 25 millones por su ministro de Interior, Diosdado Cabello.

Sin embargo, en el último informe del Departamento de Estado de EEUU sobre operaciones antidroga en el mundo, publicado el pasado mes de marzo, no existe ninguna mención al supuesto Cártel de los Soles ni tampoco se relaciona a Maduro con el narcotráfico. Esto ha despertado las dudas en el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha llegado a escribir en sus redes sociales que Los Soles "no existe" y que representa la "excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen".

La supuesta existencia del Cártel de los Soles ha cobrado una mayor relevancia en los últimos días, después de que Trump haya enviado seis buques de guerra al Caribe, frente a las costas de Venezuela. Está previsto que lleguen este jueves con 4.000 militares a bordo, a los que hay que sumar aviones de combate y un submarino nuclear para luchar contra el narcotráfico.

Este despliegue militar, sin precedentes desde la invasión a Panamá en 1989, ha despertado los temores en el régimen de Maduro, que ha movilizado a 4,5 millones de reservistas civiles para hacer frente a cualquier "amenaza" a su territorio. Asimismo, desplegará 15.000 militares en la frontera con Colombia, donde en las últimas horas, ya han detenido a 12 personas en el delta del Orinoco, según ha anunciado Diosdado Cabello.

Ante tal despliegue, ayer se preguntó en la Casa Blanca si Trump estaba considerando lanzar ataques militares contra instalaciones en suelo venezolano. "No me adelantaré al presidente con respecto a ninguna acción militar, pero lo que les diré es que (...) está dispuesto a utilizar todos los elementos del poder estadounidense para evitar que las drogas inunden nuestro país y llevar a los responsables ante la Justicia", sentenció la secretaria de prensa, Karoline Leavitt. "El régimen de Maduro no es el Gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel de terror narco", añadió, antes de recalcar que el hijo de Chávez es "un jefe fugitivo" del Cártel de los Soles.

El ministro de Interior chavista recalcó este miércoles que Venezuela está preparada para enfrentar "lo que venga por muy duro que sea", aunque considera que el despliegue militar del "imperio" es una "vendedera de humo". No obstante, no descarta que pueda haber una invasión de Estados Unidos en su país, razón por la cual se están alistando milicianos para "defender la patria de la agresión que sea".

"Nosotros no desestimamos ninguna amenaza y siempre nos preparamos para lo peor", remarcó el número dos del chavismo. El régimen de Maduro ya advirtió el pasado martes a través de su misión permanente ante la ONU que el envío de buques de guerra y un submarino a las aguas limítrofes con Venezuela representa una "grave amenaza a la paz y la seguridad regionales".

Por su parte, la canciller colombiana, Rosa Villavicencio, ha querido tranquilizar a su vecino tras asegurar en El Espectador que ha mantenido conversaciones con el encargado de negocios de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, quien le ha confirmado que no existe intención de intervención militar estadounidense en Venezuela.